España levantó este lunes 28 de marzo la mayoría de las medidas contra la COVID-19 que continuaba implementando, incluidos el aislamiento de aquellos con contagios leves y asintomáticos, las cuarentenas para las personas con las que tuvieron contacto y la realización de pruebas diagnósticas en general.
La Comisión de Salud Pública del país tomó la decisión la semana pasada. Sin embargo, las pruebas diagnósticas y las cuarentenas seguirán implementándose en las personas mayores de 60 años, los inmunodeprimidos y las embarazadas, así como en los trabajadores de lugares vulnerables, como los centros de salud, geriátricos o prisiones, quienes cumplirían con una cuarentena de cinco días. Los contagiados con síntomas “moderados” y “graves” descansarán en casa según la incapacidad que el médico de familia le indique, tal como en los casos de gripe graves.
Los expertos de la salud de España aseguran que la fase pandémica del virus ya ha sido superada, por lo que anunciaron que a partir de ahora el sector de la salud solo se enfocará en los contagiados que reciben tratamiento en el hospital y los grupos vulnerables. El uso de barbijos continúa en algunos lugares. Pese a que el 10 de febrero se levantó la obligación del uso de barbijos en lugares al aire libre y es opcional en lugares como restaurantes, bares y discotecas, los españoles aún deben usarlos en los lugares de trabajo, el transporte público, los hospitales y los geriátricos.
El Ministerio de Salud del país ha reportado 11.451.676 casos desde el inicio de la pandemia, así como 102.392 muertes por el virus. También anunció que se detectaron 181.307 casos en los últimos 14 días.