Médicos e investigadores estadounidenses están perplejos y sumamente preocupados, luego de registrar el nacimiento de un bebé con coronavirus que tenía una carga viral 51.418 veces más alta que el promedio de los demás pacientes pediátricos.
El hecho fue registrado en el Hospital Nacional de Niños de Washington DC, pero la alarma no terminaría ahí: tras la secuenciación del genoma del virus, encontraron una variante nunca antes vista en el hospital lo que llevó a plantear la hipótesis de que en una parte de Estados Unidos podría estar circulando una nueva mutación del virus.
Así lo contó Roberta DeBiasi, jefa de enfermedades infectocontagiosas del hospital, y junto a su equipo publicaron un artículo el pasado 10 de febrero en el que se advierte que esta nueva cepa –N679S- presentaba en el caso del bebé una variación en las “espículas”, las “púas” a través de las que se adhiere a las células receptoras según detalla Página 12.
“Si encontramos un paciente con una carga viral exponencialmente alta y además se trata de una nueva variante, lo más probable es que ambos hechos estén relacionados. Sería demasiada coincidencia (que no fuera así), porque el correlato entre ambos hechos es muy fuerte”, consideró la especialista.
Jeremy Luban, virólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, señaló que la carga viral en la nariz del bebé “es de por sí un dato alarmante y digno de atención”. Pero Luban prefirió la cautela ante el caso documentado y afirmó que “puede deberse a la mutación N679S, o simplemente a que el sistema inmunológico del bebé todavía no estaba completamente desarrollado, lo que permitió la replicación descontrolada del virus”.