Corea del Norte llevó a cabo hoy el lanzamiento de un misil balístico de largo alcance, elevando la tensión en la región y provocando la condena de Corea del Sur, Japón y Estados Unidos. El disparo sigue a otro lanzamiento de menor alcance registrado la noche anterior y se produce en medio de intercambios de advertencias nucleares entre Corea del Norte y los aliados.
El Ejército de Corea del Sur detectó el lanzamiento desde la zona de Pyongyang, informando que el misil voló alrededor de 1,000 kilómetros antes de caer en el mar del Este (mar de Japón). Según el Ministerio de Defensa japonés, se trata de un misil de tipo ICBM (Intercontinental Ballistic Missile) con un alcance potencial que abarcaría todo Estados Unidos.
“El misil balístico de clase ICBM lanzado esta vez, si se calcula con base en la trayectoria, dependiendo del peso de la ojiva, podría tener un alcance de vuelo de más de 15.000 kilómetros”, declaró Shingo Miyake, viceministro de Defensa. “Todo el territorio estadounidense estaría dentro de su alcance”, apuntó.
Su vuelo duró 1,13 hora y alcanzó una altura máxima de más de 6.000 kilómetros. A las 9.37 horas japonesa el misil cayó al mar en la zona económica exclusiva (ZEE) de Japón, precisó Miyake.
Al término de una reunión de urgencia del consejo nacional de seguridad, Seúl “condenó con firmeza” a su vecino del Norte, y estimó que suponía “una amenaza grave para la paz y la seguridad de la península coreana y de la comunidad internacional”.
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, ordenó una respuesta “inmediata y absoluta” a cualquier provocación de Pyongyang, y actuar conjuntamente con Estados Unidos y Japón.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, describió el lanzamiento como una “amenaza a la paz y la estabilidad”, y dijo que violaba las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que ha pedido reiteradamente a Corea del Norte que detenga su programa nuclear y de misiles balísticos desde que realizó su primer ensayo nuclear en 2006. Asimismo, el Departamento de Estado estadounidense condenó el lanzamiento de prueba.
China, aliado de Corea del Norte, no comunicó sobre el incidente, pero sí emitió una declaración asegurando su apoyo a Pyongyang. “Ante la turbulenta situación internacional, China y la RPDC siempre se han apoyado firmemente y han confiado la una en la otra”, dijo el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, usando el acrónimo oficial de Corea del Norte.
Corea del Norte ya había efectuado este año cuatro pruebas con ICBM. La última vez, en julio, lanzó un Hwasong-18, de combustible sólido.
Estados Unidos y Corea del Sur celebraron la semana pasada su segunda sesión del Grupo Consultivo Nuclear, en la que advirtieron que cualquier ataque nuclear de Pyongyang contra Washington o Seúl supondría el fin del régimen norcoreano.
Un portavoz del Ministerio de Defensa de Corea del Norte criticó ayer los planes de los aliados de ampliar el ejercicio militar conjunto anual del próximo año para incluir un simulacro de operación nuclear.
“Se trata de una declaración abierta sobre la confrontación nuclear para convertir en un hecho consumado el uso de armas nucleares contra la RPDC”, afirmó, citado por la agencia de noticias KCNA.
“Cualquier intento de utilizar las fuerzas armadas contra la RPDC se enfrentará a una respuesta preventiva y letal”, añadió.
Corea del Norte se declaró el año pasado potencia nuclear “irreversible” y ha dicho en repetidas ocasiones que nunca renunciará a su programa nuclear, que el régimen considera esencial para su supervivencia.