Corea del Norte disparó el viernes un misil balístico intercontinental (ICBM), según las fuerzas armadas surcoreanas, el segundo lanzamiento en dos días, y habría caído en aguas de la zona económica exclusiva japonesa.
El Estado Mayor conjunto surcoreano dijo que había “detectado un presunto misil balístico de largo alcance alrededor de las 10 hora local disparado desde la zona de Sunan en Pyongyang” hacia el mar de Japón. El misil recorrió una distancia de unos 1.000 kilómetros a una altura máxima de 6.100 kilómetros y velocidad de Mach 22, según el ejército surcoreano, que calificó el lanzamiento como “una amenaza a la paz y estabilidad en la península coreana”.
Por su parte, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, de visita en Tailandia, señaló que el misil habría caído en aguas de la zona económica exclusiva (ZEE) de su país, cerca de la región norteña de Hokkaido.
“El misil balístico lanzado por Corea del Norte habría caído en nuestra ZEE al oeste de Hokkaido”, declaró Kishida a periodistas en Bangkok, donde calificó el lanzamiento como “absolutamente inaceptable”. El dirigente dijo no haber reportes de daños a barcos o aviones.
También en Bangkok, donde se celebra la cumbre de la APEC, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, tenía previsto reunirse de emergencia con los gobernantes de Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda y Canadá para abordar el tema.
Washington “condenó firmemente” el lanzamiento, que calificó como una “flagrante violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”, dijo en un comunicado Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional. A su vez, el ministro japonés de Defensa, Yasukazu Hamada, declaró a la prensa que el proyectil tenía capacidad para llegar a territorio estadounidense.
“Basados en cálculos que consideran la trayectoria, el misil balístico esta vez pudo haber tenido un alcance de 15.000 km, dependiendo del peso de la ojiva, y si es así, podría alcanzar Estados Unidos”, afirmó Hamada.