Una madre fue condenada a siete años y medio de prisión en Reino Unido tras revelarse que mantuvo a su hija en un cajón debajo de la cama durante casi tres años. La niña había sufrido condiciones extremas de aislamiento y desnutrición, un caso que el juez calificó como una “muerte en vida” por el “terrible secreto” de la mujer.
El Tribunal de la Corona de Chester, en el noroeste de Inglaterra, escuchó que la madre ocultó a la pequeña incluso de su propia pareja y del resto de sus hijos, informó la agencia de noticias PA Media.
Cuando fue encontrada, la niña presentaba signos de negligencia: cabello enmarañado, erupciones y algunas deformidades físicas. Además, tenía un paladar hendido sin tratar y un desarrollo equivalente al de un bebé de entre 0 y 10 meses.
La mujer, cuyo nombre no se puede revelar por razones legales, admitió cuatro cargos de crueldad infantil. Según la investigación, alimentaba a la niña con cereal líquido a través de una jeringa y la dejaba sola durante largos períodos, incluso cuando salía a trabajar o pasaba las festividades con familiares.
“Una muerte en vida”, según el juez
El juez Steven Everett describió el caso como “increíble” y aseguró que “le negó a esa niña cualquier amor, cualquier cariño apropiado, cualquier atención adecuada, cualquier interacción con otros, una dieta adecuada, atención médica muy necesaria”.
“Intentó controlar esta situación lo mejor que pudo, pero por pura casualidad su terrible secreto fue descubierto. Las consecuencias para la niña fueron nada menos que catastróficas – física, psicológica y socialmente, agregó.
Ahora, la niña se encuentra en un hogar de crianza donde, según el juez, está “volviendo lentamente a la vida después de lo que era casi una muerte en vida en esa habitación”. El fiscal del caso había declarado que cuando la niña fue llevada al hospital, se encontró que estaba significativamente desnutrida y deshidratada.
Cómo fue el descubrimiento
El caso salió a la luz de manera accidental y por un imprevisto de la madre. Cuando la pareja de la condenada comenzó a quedarse en su casa, ella se vio obligada a trasladar a la niña a otra habitación.
En un día normal, el sujeto regresó inesperadamente a la casa y escuchó ruidos provenientes de una habitación. Fue en ese momento cuando se topó con una niña en un estado deplorable. De inmediato, el joven alertó a otros familiares y, posteriormente, los servicios sociales acudieron a la vivienda.
Según señaló una trabajadora social, la madre al prestar declaración “no mostró ninguna emoción y parecía despreocupada” ante la situación. Además, afirmó que no sabía que estaba embarazada y describió que durante el nacimiento estaba “realmente asustada”.
Por otro lado, la acusada confirmó que la niña fue apartada de la familia, mientras que los otros niños recibían muy buenos cuidados. Aún así, ya no viven con su madre y fueron sacados de su hogar.
