La magnate de bienes raíces Truong My Lan fue condenada a muerte el jueves por una corte en la ciudad de Ho Chi Minh, en el Sur de Vietnam, según dijo el medio estatal Vietnam Net.
La empresaria de 67 años, presidenta de la firma de bienes raíces Van Thinh Phat, fue acusada de fraude por valor de 12.500 millones de dólares, casi el 3% del Producto Interno Bruto en 2022.
Entre 2012 y 2022 controló de forma ilegal el Saigon Joint Stock Commercial Bank y autorizó 2.500 préstamos que supusieron unas pérdidas de 27 millones de dólares para el banco, según el medio estatal VnExpress. Además, la corte pidió que la acusada compensara al banco con 26,9 millones de dólares.
Pese a algunos atenuantes —que era su primer delito y su participación en obras benéficas— la corte justificó la dura condena por la gravedad del caso, afirmando que Lan encabezaba una trama criminal organizada y sofisticada que tuvo consecuencias graves sin posibilidad de recuperar el dinero, señaló VnExpress.
Sus acciones “no sólo incumplen los derechos de gestión de propiedades de personas y organizaciones, sino que llevan al SCB (Saigon Joint Stock Commercial Bank) a una situación de control estatal especial, erosionando la confianza del público en el liderazgo del Partido y el Estado”, señaló el veredicto, citado por VnExpress.
Su sobrina, Truong Hue Van, directora general de Van Thinh Phat, fue condenada a 17 años de prisión por ayudar a su tía, informó la agencia de noticias AP.
Lan y su familia formaron la firma Van Thinh Phat en 1992 después de que Vietnam dejara atrás su economía dirigida por el estado para pasar una estrategia más de mercado abierta a los extranjeros. Había comenzado su carrera ayudando a su madre, una empresaria china, a vender cosméticos en el mercado más antiguo de Ciudad Ho Chi Min, según el medio estatal Tien Phong.
Van Thinh Phat creció hasta convertirse en una de las firmas de bienes raíces más ricas de Vietnam, con proyectos que incluían edificios residenciales de lujo, oficinas, hoteles y centros comerciales. Eso la convirtió en una pieza clave de la industria financiera del país. En 2011 orquestó la fusión del renqueante SCB con otros dos prestamistas en coordinación con el banco central de Vietnam.
La corte concluyó que había aprovechado esa operación para conseguir efectivo de SCB. La empresaria poseía más del 90% del banco —una acusación que ella negó— y autorizó miles de préstamos a empresas pantalla, según documentos del gobierno. Ese dinero acabó llegando de vuelta a la empresaria, según los hallazgos de la corte reportados por VnExpress.
Después sobornó a funcionarios para ocultar sus huellas, añadió. El exfuncionario del banco central Do Thi Nhan fue condenado el jueves a cadena perpetua por aceptar 5,2 millones de dólares en sobornos.
Su detención en octubre de 2022 estuvo entres los casos más destacados de la campaña anticorrupción en Vietnam, que se ha intensificado desde ese año. La llamada operación Horno Ardiente ha llegado a los niveles más altos de la política vietnamita. El expresidente Vo Van Thuong renunció al cargo en marzo tras verse implicado en la campaña.
Pero el juicio de Lan conmocionó al país. Los analistas señalaron que el tamaño del fraude planteaba dudas sobre si otros bancos o negocios habían cometido acciones similares, empañando las previsiones económicas del país y causando nerviosismo entre los inversionistas extranjeros cuando Vietnam intentaba presentarse como el lugar ideal para las empresas que sacaban sus cadenas de suministro de China.