El pasado miércoles, un hombre de 60 años resultó condenado a 18 años de prisión por “comprar” en África a una nena de 8 años y convertirla en su esclava sexual durante 3 años en Canadá.
Sylvain Villemaire,, un expsicopedagogo que estaba especializado en el tratamiento de jóvenes en situación de riesgo, convenció a la mamá de la nena de que tendría una mejor vida y gozaría de una buena educación en Canadá. Primero se casó con la mujer en Costa de Marfil y le pagó dinero para traerse la niña a Canadá en 2015.
Durante tres años, la niña se convirtió en la esclava sexual de Villemaire hasta que, en 2018, la Policía de Montreal descubrió el caso cuando investigaba el acceso a pornografía infantil desde el edificio en el que vivían.
Los agentes se sorprendieron con el grado de perversión de Villemaire. En su computadora, además de más de 8000 fotos y 95 videos de abuso de menores, encontraron un “contrato” firmado por la chiquita que señalaba: “Acepto que Sylvain Villemaire puede hacer lo que quiera conmigo, cuando quiera y como quiera”.
Además, estipulaba que nunca podía contarle a nadie lo que le hacía, ni testificar contra él.
Según la declaración de la niña a la Policía, desde que llegó a Montreal, Villemaire le mostró pornografía infantil y la violó de forma regular. También amenazaba con mandarla de vuelta a su país de origen si no le obedecía.
Villemaire fue condenado en febrero de este año por varios delitos sexuales, así como por tráfico de personas y distribución de pornografía infantil.
En el momento de leer la sentencia, el juez, Pierre Labelle, señaló que la pequeña fue “comprada, sacrificada y abandonada” por todos y que el tratamiento que sufrió fue “esclavitud” para convertirse en una “marioneta” de Villemaire.
Sylvain Villemaire no es consciente de la gravedad de sus acciones, según el tribunal. El hombre hasta dijo que tenía “una relación de confianza” con su víctima. “Esto atestigua una incapacidad para la introspección, una incapacidad para sentir empatía, si no una distorsión cognitiva “, dijo el juez.
El psicopedagogo, que asumió su propia defensa ante la Justicia, sostuvo que era una “buena persona” y pidió por sí mismo una pena de dos años. También dijo que quería seguir involucrado en la vida de su víctima cuando salga de la cárcel, por lo que el juez dijo que Villemaire presenta un “riesgo alto de reincidencia”.
Villemaire fue sentenciado a 18 años de prisión, “una de las condenas más severas jamás impuesta en Quebec en un caso de abuso de menores”, según Radio Canada.
No obstante, con el tiempo ya servido, solo tendrá que cumplir 13 años más. Pero la fiscalía pidió que Villemaire sea declarado un delincuente peligroso, lo que podría aumentar la sentencia y valerle un control estricto durante hasta 10 años cuando haya purgado su condena.
En cuando al a víctima, ahora de 14 años, el juez dijo que “está claro que comienza su vida con una carga muy pesada, una carga que ha sido puesta sobre sus hombros solo por las acciones del delincuente " y le deseó “coraje”.