Un verdadero episodio de película causó gran temor y preocupación en una abuela de Florida. Y es que, el pasado 21 de diciembre, un niño que viajaba sin compañía fue puesto en un vuelo a Orlando por error de la aerolínea. Si bien el menor pudo reencontrarse con su familia horas más tarde, juró que no quiere a subirse a un avión solo nunca más.
Días previos a los festejos por Navidad, Casper tenía programado un vuelo desde Filadelfia a Fort Myers, para encontrarse con su abuela, María Ramos. Por este motivo, el niño fue entregado por sus padres a una azafata.
Pero, por motivos que no fueron esclarecidos por la aerolínea Spirit, el menor fue “embarcado incorrectamente” en un vuelo a Orlando, a 260 km del Aeropuerto Internacional Southwest Florida en Fort Myers.
Cuando su abuela fue a recibirlo y vio que el menor nunca bajó del avión, el pánico se apoderó de ella. “Corrí dentro del avión hacia la azafata y le pregunté: ‘¿Dónde está mi nieto?, ¿Te lo entregaron en Filadelfia? Ella dijo: “No, no tenía niños conmigo”, confesó Ramos a WinkTv.
Tras hablar con la tripulante de cabina, la mujer comenzó desesperadamente a preguntar por su nieto a otros empleados: “Me dijeron: ‘No, él no está en este vuelo’. Perdió su vuelo”. Le dije: ‘No, no pudo haber perdido su vuelo porque tengo una placa de facturación’”, aseguró la mujer, en referencia a que el equipaje de Casper sí había llegado a Fort Myers.
Momentos después, desde Spirit le informaron que el menor había embarcado un vuelo a Orlando, lo que recordó a muchos la insólita secuencia de “Mi pobre Angelito 2″, en la que Kevin accidentalmente aborda un avión a Nueva York durante las fiestas decembrinas.
“Quiero que me llamen. Díganme cómo terminó mi nieto en Orlando. ¿Cómo ha ocurrido? ¿Lo sacaron del avión? La azafata –después de que la mamá le dio los papeles– ¿lo dejó ir solo? ¿Se subió él mismo al avión equivocado?” insistió Ramos.
Sin embargo, la aerolínea desconoce los motivos por los que ocurrió el descuido y, en un comunicado al que pudo acceder CNN, Spirit aseguró que “el niño siempre estuvo bajo el cuidado y supervisión de un miembro del equipo, y tan pronto como descubrimos el error, tomamos medidas inmediatas para comunicarnos con la familia y volver a conectarlos”.
En este sentido, cuando Casper aterrizó en Orlando se comunicó por teléfono con su abuela, quien trató de tranquilizarlo y pedirle que tomara esta experiencia como algo “especial”. No obstante, el pequeño le juró que jamás volvería a subirse solo a un avión a causa de la traumatizante experiencia.
A continuación, su abuela emprendió un viaje de cuatro horas en auto para poder reencontrarse con el menor. Por su parte, la aerolínea le pidió disculpas y se ofrecieron a reembolsarles el pasaje de avión, pero Ramos solo quiere saber cómo ocurrió el negligente error.
“Nos tomamos en serio la seguridad y la responsabilidad de transportar a todos nuestros invitados y estamos llevando a cabo una investigación interna. Pedimos disculpas a la familia por esta experiencia”, concluyó la aerolínea en el comunicado enviado por correo electrónico a CNN.
