El tan ansiado verano cuenta con todo un “team” que lo respalda y que aprovecha la temporada para irse a la playa. En el caso de los argentinos son varios los que optan por visitar Brasil para disfrutar de su costa, pero ese no es el único atractivo turístico que rodea a nuestros vecinos brasileños. También existe un lugar donde abunda el verde y las serpientes.
Se trata de una isla en Brasil, reconocida por sus paisajes exhuberantes y biodiversidad, que ha sido declarada zona prohibida para los turistas debido a la invasión masiva de serpientes venenosas. Ante el peligro, los especialistas advierten sobre el riesgo inminente de ataques, lo que obligó a las autoridades a imponer restricciones estrictas para proteger a los potenciales visitantes.
Cabe mencionar que el turismo es un pilar fundamental en la economía de Brasil, atrayendo a millones de personas cada año ansiosas por disfrutar de su belleza natural y su rica cultura. Sin embargo, la presencia de estas serpientes en la isla ha creado una barrera insalvable para los turistas, impidiendo que disfruten de uno de los muchos destinos paradisíacos que el país ofrece.
Según informó Infobae, la seguridad y la preservación del entorno se han convertido en prioridades absolutas, manteniéndose la isla cerrada hasta que la situación pueda ser controlada.
Un paseo por Ilha da Queimada Grande
Ilha da Queimada Grande, conocida también como la Isla de las Cobras, se encuentra situada a 35 kilómetros de la costa sur del estado de São Paulo, entre Itanhaém y Peruíbe. Cubierta por la densa Mata Atlántica y sin playas, esta isla de difícil acceso es famosa por albergar la mayor concentración de serpientes venenosas del mundo.
Dada la fragilidad de su ecosistema y el alto riesgo que representa su fauna, la entrada a Ilha da Queimada Grande está estrictamente prohibida para los turistas. “Únicamente los profesionales ambientales autorizados por la Marina brasileña tienen permitido adentrarse en esta isla única y enigmática”, señaló National Geographic.
A pesar de su peligrosidad, las serpientes de la isla desempeñan un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio ecológico del lugar. “El acceso está estrictamente restringido”, reitera National Geographic, enfatizando la importancia de proteger tanto a las serpientes como a su ecosistema.
Dicha restricción es vital para evitar cualquier perturbación que pueda impactar negativamente en el frágil equilibrio de la isla. Además, esta isla es el hogar de especies como Bothrops insularis y Dipsas mikanii. Precisamente, debido a la presencia abundante de la Bothrops insularis, la isla tiene la mayor concentración mundial de una sola especie de serpiente.
Se estima que hay alrededor de 15,000 serpientes en esta isla, solo superada por la isla de Shedao en China. Esta cifra fue confirmada por el Instituto Butantan, una institución científica brasileña, que especifica que la Isla de las Cobras tiene una población estimada de serpientes que supera las 20,000 en total.
Cómo son las serpientes que habitan la isla
“La Bothrops insularis es altamente venenosa”, señala National Geographic, indicando que su mordedura puede provocar síntomas graves como dolor intenso, hinchazón localizada y posibilidad de sangrado de las mucosas. “Existe también riesgo de infección, necrosis en el área de la mordedura e incluso insuficiencia renal”, destacó el mencionado medio.
Ilha da Queimada Grande representa tanto un desafío como una oportunidad para los científicos. Esto se debe a que la presencia de la Bothrops insularis, también conocida como la víbora dorada de la isla, es de particular interés para la comunidad científica debido a sus potentes toxinas.
Los estudios de su veneno podrían conducir a avances en el desarrollo de nuevos medicamentos. De acuerdo a lo comunicado por National Geographic, “los síntomas de una mordedura incluyen no solo inflamación y dolor sino también el potencial de causar insuficiencia renal, lo que subraya la gravedad de un encuentro con estas serpientes”.
La historia de la Ilha da Queimada Grande es fascinante no solo por su biodiversidad única, sino también por los mitos y leyendas que la rodean. Los habitantes locales a menudo narran historias de peligros inminentes asociados con la isla, lo que contribuye a su mística.
En ese marco, National Geographic detalló que “la isla ha sido conocida por sus historias sobre encuentros letales con las serpientes” y recuerda que “estas narraciones han servido, en muchos casos, para disuadir a los curiosos de intentar acercarse a este lugar inhóspito”.
Ante esto, la protección de Ilha da Queimada Grande está en manos de la Marina brasileña y de científicos autorizados que trabajan para mantener el equilibrio de su delicado ecosistema.