En la tarde de este domingo miles de ciudadanos peruanos votaron en Mendoza al próximo presidente de Perú en segunda vuelta, en elecciones que al promediar la jornada se desarrollaban con normalidad, según autoridades y observadores extranjeros.
La comunidad que vive en Argentina es la tercera más numerosa de peruanos en el extranjero, con 143.189 ciudadanos en condiciones de votar, distribuidos en la Ciudad de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Corrientes, Mendoza, Rosario y Salta.
En la provincia, hubo 17 mesas de votación, todas en en la sede de la Federación Mendocina de Box, ubicada en calle Mitre.
Balotaje
Los peruanos comenzaron este domingo a votar por la derechista Keiko Fujimori o el izquierdista Pedro Castillo, quienes buscan capitalizar el gran descontento social para llegar a la presidencia en un país arrasado por la pandemia, que ha tenido cuatro mandatarios en los últimos tres años.
Con proyectos antagónicos, el maestro de escuela rural y la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori llegan empatados en los sondeos a este balotaje, tras una campaña marcada por la incertidumbre y la exacerbación de los miedos, lo que elevó el precio del dólar el viernes a un récord de 3,9 soles.
Los más de 11.400 locales de sufragio abrieron las puertas a las 7 locales, según dispuso la oficina nacional electoral, para recibir durante 12 horas -cuatro más que lo habitual- los votos de 25 millones de ciudadanos.
Del total de locales de votación, 214 estarán en otros países, en los que están empadronados poco más de 977.000 ciudadanos, con los mayores números en Estados Unidos (310.378), España (152.381), Argentina (143.189) y Chile (117.140).
”Yo siempre voto temprano”, dijo a la AFP el maestro Juan Carlos Llanos, de 55 años, en el Polideportivo del distrito limeño de San Borja.
En Tacabamba, el municipio de la región norteña de Cajamarca donde vota Castillo, también empezaba lento este proceso electoral.
”Votaré por Pedro Castillo, es buen hombre y campesino”, dijo la tejedora Marlene Tantayan, de 41 años, en la escuela Víctor Herrera, próxima a la plaza de toros de Tacabamba.
La casa del maestro de escuela y candidato, en el cacerío de Chugur, estaba cubierta de niebla y custodiada por una docena de miembros de las “rondas campesinas”, bajo la presencia de medio centenar de periodistas peruanos y extranjeros.
Ambos candidatos pasaron las últimas horas con su familia, tras cerrar sus campañas el jueves en Lima en mitines con centenares de seguidores amontonados, mientras la pandemia no da tregua a Perú, que esta semana pasó a tener la mayor tasa de mortalidad del mundo por Covid-19, tras ajustar las cifras. El país acumula casi dos millones de contagios y más de 180.000 decesos.
Castillo, de 51 años, concentra apoyo en las áreas rurales del “Perú profundo”, entre ellas su natal Cajamarca, donde sufragará antes de viajar a Lima a esperar los resultados.
Los pueblos de Cajamarca están cubiertos de carteles en apoyo al maestro, que dio el batacazo el encabezar la votación de la primera vuelta, el 11 de abril.
Pero hay peruanos temerosos de que el país se convierta en una nueva Venezuela que votarán por Keiko Fujimori como “el mal menor”.
”Yo ni siquiera quisiera votar, para mí los dos no merecen el voto, pero le tengo pánico a Castillo, así que voto por Keiko”, indicó el transportista limeño Johnny Samaniego, de 51 años.
Cualquiera que gane tendrá un reto enorme, pues tendrá que tomar medidas urgentes para superar la pandemia, la recesión económica y la inestabilidad política, lidiando con un Congreso fragmentado, la corrupción y la deficiente gestión pública.
Si gana Fujimori, “no es tarea fácil, dadas las desconfianzas que su nombre y el de su familia genera en amplios sectores. Deberá rápidamente tranquilizar los mercados, y generar medidas que permitan la reactivación”, explicó la politóloga Jessica Smith.
Y si vence Castillo, deberá “mostrar un liderazgo independiente” de los líderes de su partido y “consolidar una mayoría parlamentaria que le permita llevar a cabo su ambicioso programa”, añadió.
En tanto, el analista Luis Pásara indicó que “tomará tiempo calmar las aguas, porque la polarización es feroz y hay un ambiente de conflictividad social”.
Unos 160.000 militares y policías fueron desplegados para garantizar la seguridad en ciudades y pueblos de la selva amazónica, la sierra andina y la costa, donde se encuentra Lima.
Perú ha visto pasar cuatro presidentes desde 2018, tres en apenas cinco días en noviembre de 2020.En esta jornada también votarán un millón de peruanos residentes en 75 países, entre ellos 140.000 en Venezuela, Chile, Paraguay y Aruba que no pudieron hacerlo en la primera vuelta por restricciones por la pandemia.
El nuevo presidente asumirá el 28 de julio, día en que Perú conmemora el bicentenario de su independencia, en reemplazo del mandatario interino centrista Francisco Sagasti, quien exhortó a sus compatriotas “a respetar escrupulosamente la voluntad expresada en las urnas”.
Los primeros resultados oficiales se conocerán hacia las 23 locales.