Durante nueve días se celebrarán misas diarias en la Basílica de San Pedro para rendir homenaje al primer papa latinoamericano de la historia.
Miles de personas se reunieron el pasado miércoles en la Plaza de San Pedro para despedir al papa Francisco.
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Gentileza NA Este sábado 26 de abril comenzaron en el Vaticano los Novendiales, el tradicional período de nueve días de duelo tras la muerte de un pontífice. Hasta el 4 de mayo se celebrarán misas diarias en la Basílica de San Pedro para honrar la memoria del Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril a los 88 años, tras ser hospitalizado por una neumonía bilateral.
El calendario de las celebraciones litúrgicas fue organizado durante la Segunda Congregación General de Cardenales, que reunió a 103 cardenales. Cada misa está a cargo de diferentes sectores de la Iglesia y cardenales, reflejando la diversidad y la universalidad del pontificado de Francisco.
Domingo 27 de abril: misa para los empleados y fieles de la Ciudad del Vaticano, presidida por el cardenal Pietro Parolin.
Lunes 28 de abril: misa para la Iglesia de Roma, presidida por el cardenal Baldassare Reina.
Martes 29 de abril: misa para los Capítulos de las Basílicas Papales, presidida por el cardenal Mauro Gambetti.
Miércoles 30 de abril: misa para la Capilla Papal, presidida por el cardenal Leonardo Sandri.
Jueves 1 de mayo: misa para la Curia Romana, presidida por el cardenal Kevin Joseph Farrell.
Viernes 2 de mayo: misa dedicada a las Iglesias Orientales, presidida por el cardenal Claudio Gugerotti.
Sábado 3 de mayo: misa para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, presidida por el cardenal Ángel Fernández Artime.
Domingo 4 de mayo: misa de clausura presidida por el cardenal Dominique Mamberti.
Durante estos días de duelo, además de las misas, el Colegio Cardenalicio mantiene encuentros de reflexión y oración, preparando el ambiente espiritual para el próximo cónclave, donde se elegirá al sucesor de Francisco.
El Papa Francisco, primer pontífice de origen latinoamericano, dejó un legado marcado por la sencillez, la cercanía pastoral y un enfoque reformista dentro de la Iglesia Católica. Su funeral se celebró el 26 de abril en la Basílica de San Pedro y fue seguido por fieles de todo el mundo.