Con este trabajo, el gigante pretende ser un referente energético mundial ya que el cobre es esencial en la transición energética, por ejemplo, en el desarrollo de los coches eléctricos. El yacimiento alberga 26 millones de toneladas de cobre. Sin embargo, los 2.000 metros de altitud y la gran cantidad de nieve que cubre la zona están dificultando los trabajos.
El complejo minero se sitúa en el Lejano Oriente ruso, en Udokan, justo encima de una zona sísmica que permanece completamente congelada durante todo el año, lo que ha elevado considerablemente sus costos.
La mina está 2000 kilómetros más cerca de Tokio que de Moscú, por lo que la situación en términos geopolíticos irá modificándose a medida que la explotación avance y según cómo siga la situación en la región. Para poder realizar el proyecto la empresa ha contratado a más de 4000 trabajadores y ha tenido que construir su propia central eléctrica, así como una carretera para llegar al aeropuerto más cercano.