Los rusos que viven en Europa se han enfrentado a la discriminación y la hostilidad desde que inició la guerra en Ucrania la semana pasada.
En Alemania: Un ciudadano ruso residente en el estado alemán de Saarland afirmó que fue despedido solo por su nacionalidad. Además, Anna Netrebko, una cantante de ópera rusa, se vio obligada a cancelar varias de sus actuaciones en Europa tras ser fuertemente criticada por su buena relación con el presidente Vladímir Putin. Las marcas minoristas alemanas Rewe, Penny, Aldi y Netto, entre tanto, decidieron no vender productos fabricados en Rusia y anunciaron que los productos alimenticios retirados de los estantes serían donados a grupos caritativos por etapas.
Un restaurante en la ciudad de Bietigheim-Bissingen, en el suroeste de Alemania, anunció a su vez que ya no atenderá a los clientes con pasaportes rusos. ”Somos conscientes de que el ciudadano ruso común no tiene la culpa de las ‘acciones criminales’ del Gobierno pero es hora de hacer una declaración. Esta es nuestra contribución para garantizar una Europa pacífica para nuestros niños”, afirmó el restaurante en un comunicado. Sin embargo, la acción del restaurante fue condenada en toda Alemania, lo que lo obligó a retractarse.
En Italia: La Universidad Milano-Bicocca en la provincia italiana de Milán, en medio de controversias, canceló un curso del escritor italiano Paolo Nori sobre Fiódor Dostoyevski, el mundialmente famoso autor ruso de la obra Crimen y Castigo. Luego. la administración de la universidad restableció el curso de Nori sobre Dostoyevski tras recibir duras críticas. Los medios italianos informaron que la ministra de Universidad e Investigación del país, Maria Cristina Messa, declaró que fue una sabia decisión de la administración de la universidad revisar y restablecer el curso.
Por otra parte, el director de orquesta ruso Valery Gergiev ha sido marginado por la Ópera La Scale de Milán por negarse a tomar una postura contra las acciones de Moscú en Ucrania. El 28 de febrero, el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, quien también se desempeña como director de la Ópera, anunció que no cree que Gergiev vaya a dirigir la función del 5 de marzo.
En Portugal: Los rusos residentes en Portugal también denuncian comportamientos hostiles desde el comienzo de la guerra. Un usuario de las redes sociales compartió una foto de un letrero frente a un restaurante en Portugal que dice: “No servimos a los rusos”. Anna Pogrebtsova, directora de Pushkin, una asociación rusa en Portugal, le aseguró al periódico Expresso que recibe llamadas telefónicas amenazantes, en su mayoría de ciudadanos ucranianos que viven en el país. ”Tienen que morir, todos los agresores rusos”, fue uno de los mensajes que habría recibido.
En España: El sábado, un mecánico ucraniano intentó hundir el yate de su jefe ruso en España. Taras Ostapchuk le relató al diario local Última Hora que decidió destruir el yate Lady Anastasia tras ver las imágenes de un misil ruso impactando un bloque de apartamentos en la capital de Ucrania, Kiev, el cual pensó que había sido el suyo. Afirmó que Alexander Mikheev, el director de la empresa estatal exportadora de armas Rosoboronexport, es el propietario del lujoso barco de EUR 7 millones.
”Mi jefe es un criminal que vende armas que están matando a los ucranianos”, aseguró, y agregó: “No me arrepiento de lo que hice y lo volvería a hacer”. Su intento fracasó y fue atrapado por la Policía. A pesar de su confesión, las autoridades españolas lo dejaron en libertad.
En Noruega: Un camión que vendía mantequilla rusa en el Festival de Esquí de Holmenkollen, cerca de Oslo, fue destrozado. Stefan Marx, director del festival, indicó que el camión era propiedad pública y que estaba molestos por el vandalismo. Por otra parte, se informó que los atletas del equipo nacional ruso de salto de esquí, quienes se encontraban en el país, recibieron amenazas. Alexander Stockl, el entrenador del equipo nacional noruego, le indicó a la emisora pública NRK que los deportistas rusos han recibido repetidas amenazas en Noruega. Los atletas no comparten el punto de vista del Gobierno ruso, dijo Stockl, y señaló que cree que ellos deberían poder regresar a su país de origen de forma segura.