Científicos advierten que el “glaciar del fin del mundo” se estaría derritiendo más rápido de lo esperado. Su nombre oficial es Thwaites, en honor al geólogo que lo investigó por primera vez, pero se le conoce comúnmente como el glaciar del fin del mundo debido a que su desaparición provocaría consecuencias catastróficas a nivel global.
Con una extensión de 128 kilómetros, este vasto glaciar de la Antártida occidental es el más ancho del planeta, lo que ha centrado la atención de la comunidad científica en su acelerado derretimiento. La desaparición de Thwaites podría elevar el nivel del mar en hasta 3,3 metros.
No obstante, la situación podría ser incluso más grave de lo que los expertos en glaciología habían previsto. Un estudio reciente, que utilizó imágenes satelitales y modelos hidráulicos, ha revelado que las corrientes de marea calientes están penetrando profundamente en el hielo, alcanzando hasta 5,9 kilómetros de profundidad. Este fenómeno está provocando un “derretimiento acelerado” del glaciar.
“Esperábamos que se necesitaran entre cien y quinientos años para perder ese hielo. Una gran preocupación en este momento es si sucede mucho más rápido que eso”, afirmó Christine Dow, profesora adjunta de glaciología en la Universidad de Waterloo.
El glaciar Thwaites pierde cada año unos 50 mil millones de toneladas de hielo, contribuyendo ya con el 4% al incremento global del nivel del mar. Si llegara a colapsar, su derretimiento podría hacer que los océanos subieran hasta 65 centímetros en todo el mundo. “No parece mucho, pero si piensas en la cantidad de agua oceánica que tenemos en el mundo, es un volumen enorme”, dijo Dow.
Desde 1880, el nivel global del mar ha aumentado alrededor de 23 centímetros, y cualquier subida brusca podría tener consecuencias devastadoras para ciudades costeras como Nueva York, Mumbai y Shanghái. Además, naciones de baja altitud como las Islas Marshall y Tuvalu corren el riesgo de desaparecer bajo el agua por completo.