El portavoz Ma Xiaoguang, de la Oficina para Asuntos de Taiwán, indicó en una rueda de prensa en Pekín, que el país está dispuesto a hacer “los máximos esfuerzos posibles” para alcanzar una “reunificación pacífica”.
“La madre tierra debe reunificarse e inevitablemente se reunificará”, zanjó Ma, a menos de un mes de que comience el XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh). Y agregó, como es habitual en las declaraciones de todos los portavoces chinos, que “la determinación de China de salvaguardar su territorio es inquebrantable”.
Según Ma, ambas partes podrán “beneficiarse” de una “reunificación pacífica, democrática y buena para ambos” consistente en la aplicación del principio ‘Un país, dos sistemas’, como el que rige las relaciones de Pekín con Hong Kong. Pero que las relaciones a través del Estrecho de Taiwán sean “pacíficas y estables” depende “de que sus autoridades abandonen las ideas independentistas”, agregó el portavoz.
Las declaraciones coinciden con otras de un portavoz del Comando Oriental del Ejército Popular de Liberación (EPL) chino que aseguró que sus unidades están en “alta alerta” por el paso de dos buques de guerra, pertenecientes a las marinas estadounidense y canadiense, que navegaron el martes (20.09.2022) por las aguas internacionales del Estrecho de Taiwán, en el segundo de estos tránsitos que realiza EE. UU. en un mes.
Por otra parte, el Ministerio taiwanés de Defensa denunció el martes la presencia de nueve aviones y cinco buques militares chinos en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) el lunes, de las que cuatro aeronaves cruzaron la llamada línea media del Estrecho de Taiwán. El sábado, Taiwán denunció otra incursión china por su ADIZ, con la novedad de haber detectado la presencia por primera vez de un nuevo tipo de dron de vigilancia armado, un CH-4.