El Instituto de Salud Pública de Chile autorizó el miércoles el uso de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 en momentos en que los nuevos contagios en el país sudamericano muestran una leve pero sostenida alza. La vacunación en Chile será voluntaria y gratuita.
La autorización se conoció luego de una prolongada reunión de un panel de expertos en el Instituto de Salud Pública (ISP) que votaron por unanimidad a favor “del uso excepcional en Chile” de la vacuna de Pfizer, que cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Chile alcanzó acuerdos con varios laboratorios para asegurarse 32,4 millones de dosis para inocular a 16,2 millones de los 19 millones de habitantes del país.
“Se acaba de aprobar la vacunación masiva de toda la población de acuerdo a lo que se define el Programa Nacional de Inmunizaciones”, aclaró Heriberto García, director subrogante del ISP.
Destacó que se evalúo si el país tenía las condiciones logísticas para recibir la vacuna, y se concluyó que “Chile está preparado para recibir vacunas”.
“Hoy el comité de expertos analizó materias súper relevantes, como si Chile está preparado en logística para recibir vacunas, y sí Chile está preparado”, afirmó.
García indicó que el Minsal ya puede importar las vacunas a Chile -pese a que entre hoy o mañana se publicaría el decreto- y que depende de la secretaría de Estado, definir qué grupos de población serán vacunados y cuándo iniciará el proceso.
Solo resta esperar la llegada del primer envío de unas 50 mil vacunas. Mientras tanto, en Argentina, el acuerdo con Pfizer está caído y el arribo de los medicamentos Sputnik V (vacuna rusa) en demora.