Una noche Amanda y Chris daban rienda suelta a la pasión. La excitación llegaba a su punto más alto y de golpe, en el momento más hot de la velada, todo se interrumpió abruptamente. La previa del encuentro sexual pasó a ser un desesperante momento de terror cuando él comenzó a sentirse abrumado, al borde del colapso, según Clarín.
“Ella me estaba haciendo sexo oral, pero de repente me sentí mareado y desorientado. Tenía náuseas, me sentí como si estuviera arriba de una montaña rusa, fue el peor dolor que he sentido”, contó el hombre al recordar aquella noche trágica en el ciclo televisivo “Sex Sent Me to the ER” (“El sexo me llevó a emergencias”) del canal TLC.
Algunos segundos después Chris se desvaneció. Aterrada, Amanda llamó a una ambulancia pidió ayuda y comenzó a creer que esa podría ser la última vez que viera a su esposo con vida.
“No sabía qué pensar, en este punto, simplemente entré en un estado de pánico severo”, declaró la mujer que se sintió culpable imaginando que algo de lo que había hecho llevó a ese desenlace dramático. A su vez, la insólita escena la llenaba de pudor: “Estaba avergonzada, no quería decir demasiado ni entrar en demasiados detalles”.
El hombre se salvó de milagro
Los médicos encontraron la causa del problema y esto trajo algo de esperanzas. Sin embargo, las probabilidades de que el hombre se salvara eran realmente bajas. Chris tenía un aneurisma cerebral, es decir una protuberancia o dilatación en un vaso sanguíneo de su cerebro.
Inflamado y lleno de sangre, uno de los vasos sanguíneos en el interior de su cerebro estalló, provocando un sangrado que podría ser mortal si no se actuaba de inmediato. Había que ir al quirófano con urgencia.
Según se explica en el sitio de la Clínica Mayo, el principal síntoma de una rotura de aneurisma cerebral es un dolor insoportable en la zona: “Un dolor de cabeza repentino e intenso es el síntoma clave de la rotura de un aneurisma. Este dolor de cabeza suele describirse como el ‘peor dolor de cabeza’ que puedas sentir”.
Chris necesitaba una cirugía de emergencia para detener la hemorragia en el cerebro, era la única posibilidad de que se recuperara. Desafortunadamente, las probabilidades de que la arriesgada cirugía cerebral funcionaran eran solo de una de cada tres.
Amanda sólo podía rezar, la suerte de su marido estaba en manos de los médicos: “La parte más aterradora de este proceso para mí fue escuchar las probabilidades de que él saliera adelante”.
“Todo tipo de escenarios se me vinieron a la mente. Después de todo lo que habíamos pasado juntos ahora el sexo lo iba a matar. Yo no quería perderlo y me aterraba la idea de que mis hijos pudieran perder a su padre. Me hizo sentir muy mal saber que la persona que amas sufre por ti o tus acciones”.
Sin saberlo, Chris llevaba 4 o 5 años sufriendo de presión arterial alta e hipertensión, eso había llevado al aneurisma que, como nunca había sido tratado, se rompió al elevarse la presión arterial durante el sexo oral. Ahora una tomografía computarizada confirmaba el daño en el cerebro del hombre.
“La mayoría de los aneurismas cerebrales no presentan roturas, no crean problemas de salud y no causan síntomas. A menudo, dichos aneurismas se detectan durante pruebas que se realizan para otras afecciones. El tratamiento de un aneurisma sin rotura puede ser adecuado en algunos casos y puede evitar una rotura en el futuro”, se explica desde la Mayo.
La operación fue un éxito y después de celebrar el milagro médico la pareja debió adaptarse a su nueva realidad. “Lo peor de la recuperación fue que los médicos dijeron que no tuviéramos relaciones sexuales hasta que su cuerpo volviera a la normalidad”.
“Creo que el final feliz es que ahora aprecio cada momento y miro hacia el presente en lugar de esperar el futuro lejano”.