La policía se desplegó este miércoles y efectuó nuevos arrestos y desalojos en varias universidades de Estados Unidos, tras su intervención el día anterior en campus de Los Ángeles y Nueva York, principales escenarios de las protestas estudiantiles contra la guerra en Gaza, que se han convertido en boicots contra las comunidades judías de los campus, que están impedidas de ir a estudiar desde hace semanas.
En la Universidad de Texas, en el sur del país, la policía desmanteló durante la jornada un campamento de protesta y detuvo al menos a 17 personas por “allanamiento criminal”, informó el centro educativo. Los agentes también desocuparon un campamento instalado en el interior de uno de los edificios en la Universidad jesuita de Fordham en Nueva York, según las autoridades.
Al otro lado de esa ciudad, las fuerzas del orden seguían desplegadas en la Universidad de Columbia, epicentro del movimiento de protesta estudiantil, tras el violento desalojo registrado la noche anterior. La policía dijo que cerca de 300 manifestantes fueron aprehendidos en las operaciones en Columbia y en el también neoyorquino City College (CUNY).
Más al norte, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), manifestantes se atrincheraron y bloquearon una avenida cercana al campus de Cambridge en plena hora punta del miércoles por la tarde.
Docenas de vehículos policiales seguían patrullando también la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en el oeste del país, después de violentos enfrentamientos nocturnos tras el ataque de un grupo de detractores a un campamento de estudiantes propalestinos y pro Hamás. En todos los campamentos se vieron banderas del grupo terrorista y carteles de apoyo hacia ellos.
Estas manifestaciones se han extendido a al menos 30 universidades estadounidenses desde el mes pasado, para protestar contra Israel, a favor de Hamás y de la “venganza” palestina, con inscripciones enalteciendo la Intifada y violencia extrema hacia estudiantes y profesores judíos en varias instituciones.
La situación empeoró drásticamente en el último mes, ya que las autoridades universitarias mantuvieron una posición ambigüa sobre el límite entre los reclamos y el antisemitismo durante meses, lo que desencadenó renuncias y despidos a la par de una creciente agitación entre los estudiantes. Se han quemado banderas israelíes y aparecieron esvásticas en pintadas dentro y fuera de las universidades.