Costa Rica finalmente aprobó la ley que regula la producción, industrialización y comercialización del cáñamo y del cannabis medicinal tras un largo debate entre el Congreso y el Gobierno. Se espera que la medida, aplaudida por pacientes, contribuya también a la reactivación económica del país. El Congreso ya había aprobado el proyecto el 14 de enero, pero el presidente lo vetó, por oponerse a las cláusulas de autocultivo y autoconsumo, que según él abrían la puerta al tráfico ilegal. Estas dos fueron retiradas de la ley y el presidente finalmente la promulgó este miércoles.
Las autoridades podrán dar licencias para la producción e industrialización del cannabis con fines medicinales. La producción e industrialización del cáñamo para fines industriales y alimentarios será libre, sin necesidad de autorización previa especial de las autoridades. El uso recreativo del cannabis sigue estando prohibido.
La diputada independiente Zoila Volio, principal impulsora de la iniciativa, afirmó que esta ley será “un ejemplo para muchos países que quieran incursionar en este tema”, añadiendo, “estamos mejorando la parte de la seguridad, de la salud y del agro. Este es un proyecto de Costa Rica y me doy por satisfecha porque ha sido un trabajo en equipo”. “Los dos beneficios fundamentales de esta ley tienen un gran alcance: aliviar el dolor y dar tratamiento a personas que lo necesitan y ampliar las posibilidades para la salud de muchas personas”, expresó el presidente Alvarado.
La legalización podría ayudar a la reactivación económica del país. Según un estudio de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), se estima que para el 2025 el mercado del cáñamo y el cannabis medicinal moverá 35.000 millones de dólares al año. “El otro gran logro de esta ley es que se pueda industrializar el cáñamo, una actividad que podría activar nuestro agro, sobre todo en nuestras zonas rurales”, dijo el presiente Alvarado.