Una comunidad indígena en Canadá informó el martes que ha identificado 169 potenciales fosas comunes en el sitio que ocupaba un antiguo internado, y que se suma a una creciente cifra de macabros hallazgos que conmovieron el país el año pasado.
La Primera Nación Kapawe’no en el norte de la provincia de Alberta publicó en su sitio web los resultados de una búsqueda de seis días que se valió de radares de alcance profundo en la aldea Grouard Mission, a 370 km al noroeste de Edmonton.
El internado, conocido también como la Escuela Misional St. Bernard, fue abierta por la iglesia católica en 1894 y funcionó hasta 1961.
El Instituto de Pradera y Arqueología de la Universidad de Alberta, que lideró la investigación, reportó en un informe que sus hallazgos son “el comienzo de un largo camino para encontrar respuestas a lo que les pasó a los niños que nunca volvieron a casa del internado Misional de St. Bernard”.
“Hay rezagos de una falta de justicia y responsabilidades por lo que pasó”, dijo la institución. “Hay más trabajo por hacer para hallar esas respuestas”.
Numerosas investigaciones acerca de los antiguos internados están en curso a lo largo del país, con más de 4.000 niños que se creen desaparecidos, de acuerdo con las autoridades.
Los hallazgos de la Primera Nación Kapawe’no elevan el total de fosas comunes halladas a más de 1.500.
En total, unos 150.000 niños indígenas fueron internados desde finales del siglo XIX hasta la década de 1990 en 139 escuelas residenciales a lo largo de Canadá, pasando meses o años aislados de sus familias, lengua y cultura.
Muchos de ellos fueron abusados física y sexualmente por directivos y profesores, y se cree que miles murieron por enfermedades, malnutrición o negligencia.
Una comisión de la verdad y reconciliación concluyó en 2015 que ese sistema escolar equivalió a un “genocidio cultural”.
Un grupo de representantes y líderes de nativos americanos canadienses se reunirá con el Papa Francisco a finales de marzo para hablar de la tragedia de los internados.