Un hecho que pareciera ser sacado de una película de terror conmocionó a Paraguay, cuando una mujer canjeó a su propia hija por droga. La pequeña Luz dormía cuando su madre la despertó y se la entregó al dealer, quien abusó y asesinó a la menor.
El temido suceso ocurrió en la localidad Juan Pedro Caballero, ciudad en Paraguay, y el principal sospechoso es un adolescente que fue captado por las cámaras de vigilancia de la calle mientras iba con la pequeña, a quien, según informaron los medios locales, la asfixió tras abusarla sexualmente.
Hasta el momento, los investigadores saben que todo fue durante el lunes pasado cuando Aurelia Salinas, la madre de la víctima, despertó a su hija en la madrugada para entregarla a un narcotraficante que al parecer es su actual pareja.
El canje fue con el objetivo de recibir 30 dosis de crack por un valor de 13 dólares.
De acuerdo con los oficiales, unas cámaras de seguridad lograron destacar cómo un adolescente toma en brazos a la pequeña para llevarla a una casa abandonada. Se trataría de la última vez que Luz estuvo con vida.
La mujer radicó la denuncia sobre la desaparición de la pequeña, luego de que fue a visitarla a la casa del dealer y no la encontró. Autoridades y vecinos comenzaron los rastrillajes hasta que encontraron a la niña sin vida en la mencionada casa abandonada.
Datos escalofriantes
En función de los datos brindados por los peritos forenses, creen que la criatura llevaba entre 24 y 36 horas muerta al momento que fue encontrado su cuerpo. Asimismo, el fiscal de la causa, José Luis Torres, reveló a la prensa de Paraguay que se mantiene como principal sospechoso al adolescente captado en el video, pero no descarta más protagonistas del asesinato.
“La hipótesis es que habrían actuado juntos. Queremos tratar de tener un panorama, pero solo con los resultados de laboratorio se podrá determinar si hubo más de un abusador”, indicó el fiscal Torres sobre la creencia de que hubo otro involucrado.
En cuanto a la madre, el fiscal detalló que fue imputada por “falta del deber de cuidado” y será procesada como cómplice del crimen. Se trata de un delito que puede conllevar a una pena de hasta 10 años de cárcel.