Un árbol de Navidad flotante de 56 metros de altura, uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad de Maricá, en la región metropolitana de Río de Janeiro, se derrumbó este lunes a causa de un fuerte temporal, dejando un saldo trágico: un joven de 21 años falleció y otras dos personas resultaron heridas.
La víctima fatal fue identificada como Vinícius dos Santos Abreu, quien estaba realizando tareas en la parte superior de la estructura cuando las autoridades de Defensa Civil le pidieron que descendiera debido a las malas condiciones climáticas. Según testigos, la tormenta, acompañada de fuertes vientos y lluvias, derribó el árbol en cuestión de segundos, sin dar tiempo a que todos los trabajadores pudieran ponerse a salvo.
DETALLES DEL ACCIDENTE
El árbol se encontraba sobre una isla flotante en la laguna de Maricá, un diseño pensado para ofrecer una experiencia turística única durante la temporada navideña. Dos trabajadores más que estaban en la estructura lograron sobrevivir al lanzarse al agua para evitar el impacto.
Vinícius dos Santos Abreu fue trasladado de urgencia al Hospital Conde Modesto Leal, pero llegó al lugar sin signos vitales. En tanto, los heridos fueron atendidos en el Hospital Municipal Ernesto Che Guevara, donde uno ya recibió el alta médica, según confirmó el Ayuntamiento de Maricá.
El municipio emitió un comunicado en el que lamentó el hecho y aseguró que está investigando las causas del accidente. Además, señaló que la empresa contratada para montar el árbol había comenzado a retirar a sus empleados tras la alerta de lluvia emitida por Defensa Civil a las 15:45 horas.
“En ese momento, los trabajadores fueron sorprendidos por el paso de una tormenta, con fuertes vientos y mucha lluvia, que derrumbó la estructura en pocos segundos”, explicaron desde la administración local.
El caso está siendo investigado por la Comisaría 82 de Maricá, que ya comenzó a tomar declaraciones a testigos para esclarecer lo ocurrido.
El árbol de Navidad flotante, que iba a ser inaugurado este miércoles, había generado gran expectativa entre locales y turistas. Además del imponente árbol, el espacio contaba con una terraza con vistas privilegiadas y accesos adaptados para que los visitantes pudieran tomarse fotografías. Para el jueves estaba programado un espectáculo de aguas danzantes como parte de las festividades.