Aumenta la tensión en Brasil de cara a la asunción de Lula da Silva a la presidencia, todavía más luego de que la Policía frustrara el intento de ataque de al menos dos personas, que tenían por objetivo hacer estallar un camión con combustible en Brasilia.
Según lo señalaron las autoridades del vecino país, la intención de los sospechosos era impedir que Lula asuma a la presidencia este domingo próximo, y para lograr su cometido pretendieron hacer detonar una carga de explosivos que estaba colocada en un camión cargado con combustible.
El plan que tenían trazado los atacantes se desprende luego de la detención del principal sospechoso a quien se lo identificó como George Washington de Oliveira Sousa, un empresario que habría sido quien ideó el ataque.
Tras ser arrestado el sábado pasado, Oliveira Sousa confesó que se había designado a una mujer como la responsable de trasladar la carga explosiva. Sin embargo, dicha mujer se arrepintió y la tarea fue encargada a Alan Diego Rodrigues, de 32 años.
Rodrigues dejó la bomba junto a un camión cargado con 63.000 litros de nafta para aviones y la intención era hacerlo explotar junto a un poste de electricidad.
De haber detonado, habría originado la suspensión de la distribución de energía en toda la capital.
La Policía consiguió interceptar el artefacto antes de que explotara, a pesar de que hubo intentos de detonarlo, y no hubo heridos ni daños de gravedad.
La Policía Civil informó que Oliveira fue trasladado a un penal de máxima seguridad ayer, luego de que fuera interrogado y confesara su participación en el hecho, por lo que fue acusado formalmente de terrorismo, según la agencia de noticias Sputnik.
Simpatizante del presidente Jair Bolsonaro, Oliveira fue detenido después de que el conductor del camión encontrara un artefacto sospechoso y lo reportara a la Policía.
Tras ser arrestado, Oliveira confesó que quería “provocar el caos” para que se decretara el estado de sitio en el país y evitar así que el 1 de enero asuma Lula como presidente.
El intento de atentado y la extrema derecha
La Policía confirmó que el detenido era un integrante del campamento de extrema derecha situado frente a la sede del Ejército (QG, en portugués) en Brasilia, que busca desconocer el resultado electoral de octubre y pide un golpe militar para evitar que el presidente electo asuma el próximo domingo.
Al allanar su departamento, la policía encontró un arsenal de armas de alto calibre: un fusil, dos espingardas, pistolas, revólveres, munición, otros cinco artefactos explosivos y uniformes de camuflaje.
El detenido dijo que planeó esos hechos junto a otros manifestantes que apoyan a Bolsonaro.
Según la versión del sospechoso, de 54 años, también planeaba instalar explosivos en postes cerca de una subestación eléctrica en Taguatinga, ciudad del Distrito Federal.
“Una mujer desconocida sugirió a los manifestantes en el cuartel que se instalara una bomba en la subestación eléctrica de Taguatinga para provocar la falta de energía eléctrica y comenzar el caos que llevaría a la declaración del estado de sitio”, confesó ayer.
Dijo que trabaja como gerente en una estación de servicio en el interior del estado de Pará y que, desde octubre del año pasado, cuando obtuvo la licencia para portar armas, compró pistolas, revólveres, fusiles, carabinas y municiones.
El intento terrorista suma presión sobre la ceremonia de toma de posesión de Lula, a la que está previsto que acudan casi una veintena de jefes de Estado, además de cientos de miles de simpatizantes de izquierda.