El informe por el que se acusa al presidente brasileño Jair Bolsonaro de “crímenes contra la humanidad”, producto de seis meses de investigación, fue aprobado por siete votos frente a cuatro y ahora será remitido a la Justicia ordinaria, la Fiscalía, la Corte Suprema y hasta a la Corte Penal Internacional de La Haya de Brasil, que deberán evaluar si aceptan las denuncias e instauran los correspondientes procesos.
El documento presenta graves acusaciones contra 78 personas y dos empresas y está encabezado por Bolsonaro, quien minimizó la gravedad del coronavirus y es acusado de nueve delitos, todos tipificados en el Código Penal brasileño.
Se trata de crímenes contra la humanidad, infracción de medidas sanitarias, charlatanería médica, incitación al delito, epidemia con resultado de muerte, falsificación de documentos, uso irregular de dinero público, prevaricación y atentados contra la dignidad del cargo.
La lista de acusados también incluye a cuatro ministros y a tres hijos del presidente: el senador Flavio, el diputado Eduardo y el concejal de Río de Janeiro Carlos Bolsonaro. Asimismo, figuran el ex ministro de Salud y general Eduardo Pazuello y el ex canciller Ernesto Araújo, así como una decena de parlamentarios, funcionarios, asesores del Gobierno y médicos de un grupo informal de consejeros del mandatario.
También se pidió que Bolsonaro sea suspendido de todas las redes sociales por difundir versiones contrarias al consenso sobre la pandemia y que sea obligado por la Justicia a retractarse de todas las declaraciones en que despreció su gravedad o puso en duda las vacunas.