El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a colocarse en el centro de la escena mediática luego de un particular episodio que vivió durante la inauguración de una central termoeléctrica.
Y es que el mandatario carioca llamó la atención nuevamente por hacer caso omiso a las recomendaciones de expertos sanitaristas locales e internacionales al fomentar aglomeraciones de personas sin ningún tipo de cuidado para evitar la propagación del coronavirus.
Pero también porque fue protagonista de un curioso y cómico momento con un seguidor: en medio del agolpamiento de un reducido grupo de seguidores en el estado de Sergipe, Bolsonaro procedió a saludarlos sin ningún tipo de recaudo. En eso, de la multitud una persona se le aproximó y el jefe de Estado lo alzó para que los concurrentes se alegraran con su gesto paterno frente a un niño.
Sus fans aplaudieron felices y el presidente ultraderechista respondió con otra sonrisa, mientras el supuesto niño se aferraba al cuello del mandatario con una mano y con la otra levantaba su pulgar.
Sin embargo, una segunda mirada de Bolsonaro sobre el ‘pequeño’ confirmó la escena: en realidad no había alzado a un nene sino a un enano que se mostraba feliz de haber logrado la hazaña de ser cargado por el presidente.