La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, dimitió poniendo fin a 15 años de mandato. En los últimos días, miles de manifestantes habían desafiado previamente un toque de queda militar y asaltado su residencia oficial. Según trascendió, la jefa del gobierno ya ha abandonado el país.
La noticia fue confirmada por funcionarios militares y del Ministerio de Asuntos Exteriores, que solicitaron el anonimato por no estar autorizados a hablar con los medios de comunicación. Según reportó Euro News, tras semanas de manifestaciones violentas y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, miles de personas invadieron el lunes la residencia oficial de Hasina en Dhaka.
Ahora está previsto que el jefe militar de Bangladesh, el general Waker-uz-Zaman, se dirija a la nación a última hora del día.
Protestas desde finales de junio y 11.000 detenidos en Bangladesh
Cabe mencionar que las protestas comenzaron pacíficamente a finales de junio, cuando los estudiantes exigieron el fin del sistema de cuotas para los empleos públicos, pero se tornaron violentas tras los enfrentamientos entre manifestantes y la Policía y activistas progubernamentales en la Universidad de Dhaka. Los intentos del Gobierno de sofocar estas manifestaciones con violencia, toques de queda y cortes de internet fracasaron, lo que provocó una mayor indignación, con casi 300 muertos, y llamamientos a poner fin a 15 años de gobierno de Hasina.
En las últimas semanas de tensión al menos 11.000 personas fueron detenidas. El domingo, cerca de 100 personas, entre los que había 14 agentes, murieron en enfrentamientos entre manifestantes y agentes de seguridad y activistas del partido gobernante en todo el país. Por su parte, Hasina había afirmado que los manifestantes que se dedicaban al “sabotaje” y la destrucción y los calificó de delincuentes, y dijo que el pueblo debía tratarlos con mano de hierro.
Sheikh Hasina, la dirigente más longeva en Bangladesh
Cabe recordar que Hasina, de 76 años, fue elegida para un cuarto mandato consecutivo en una votación celebrada en enero que fue boicoteada por sus principales oponentes, lo que suscitó dudas sobre la libertad y limpieza de los comicios. Miles de miembros de la oposición fueron encarcelados en el periodo previo a las elecciones, que el gobierno defendió como democráticos.
En la actualidad, es la dirigente que más tiempo lleva en el cargo en la historia de Bangladesh, una nación predominantemente musulmana de más de 160 millones de habitantes situada estratégicamente entre India y Myanmar. Sus oponentes políticos la han acusado de ser cada vez más autócrata y la han calificado de amenaza para la democracia del país, y muchos dicen ahora que los disturbios son consecuencia de su vena autoritaria y su ansia de control a toda costa.