El vuelo 2216 de Jeju Air protagonizó un aterrizaje de emergencia este domingo en Corea del Sur que, según expertos, parecía bien ejecutado. Sin embargo, la tragedia resultante, en la que murieron 179 de las 181 personas a bordo, causó interrogantes sobre las circunstancias que llevaron a este desenlace.
Qué pasó con el avión en Corea del Sur
El avión, un Boeing 737-800, chocó en la pista del aeropuerto internacional de Muan contra una barrera después de un procedimiento conocido como “aterrizaje de panza”.
Se trata de un método de emergencia diseñado para situaciones en las que el tren de aterrizaje no puede desplegarse, como consecuencia de daños en el motor o sistemas críticos, por ejemplo, debido a una colisión con pájaros.
Kim Kwang-il, expiloto y experto en aeronáutica, destacó a la agencia AFP que el piloto realizó el aterrizaje de manera excepcional, logrando que el avión tocara tierra suavemente, similar a “un cisne aterrizando en un lago”.
Sin embargo, lo que podría haber sido un aterrizaje exitoso se tornó catastrófico al impactar con una barrera, lo que provocó que la aeronave estallara en llamas.
¿Por qué hay una barrera justo ahí? Kim afirmó que esta estructura, una base de hormigón que sostenía un localizador de navegación, no debería haber estado en el área de aterrizaje. Según el experto, la mayoría de las muertes ocurrieron debido a esta obstrucción, que impidió que el avión se deslizara hasta detenerse con seguridad.
El viceministro de Aviación Civil, Joo Jong-wan, explicó que los localizadores son dispositivos de ayuda a la navegación y que su instalación varía según el aeropuerto.
En el caso del aeropuerto de Muan, estos estaban montados sobre capas de tierra reforzadas con hormigón, un diseño que ahora será objeto de investigación para determinar su relación con el accidente.
Por qué se salvaron apenas dos personas
En el accidente del Boeing 737-800 de Jeju Air apenas salieron con vida dos personas. Son auxiliares de vuelo que viajaban en la cola del avión, la parte menos afectada por el aterrizaje, el choque y la explosión.
Uno de los supervivientes, un varón de 33 años apellidado Lee, se encuentra ingresado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Seúl con varias fracturas (una de ellas en el hombro izquierdo) y pronóstico reservado, aunque se encuentra consciente y aparentemente no sufre ninguna pérdida de memoria.
La otra persona es una mujer de 25 años apellidada Koo y también ha sido trasladada a un centro médico de la capital surcoreana.
La auxiliar de vuelo sufrió heridas en la cabeza y en un tobillo y se cree que está estable y, según los bomberos que la rescataron, les relató que “empezó a salir humo de uno de los motores y luego explotó”.
Para entender semejante milagro, el jefe de bomberos de Muan, Lee Jung-hyun, explicó que el extremo trasero del avión fue el único segmento reconocible tras el siniestro.
“Sólo la cola retuvo algo de su forma. El resto del fuselaje quedó completamente destruido”, detalló.
El factor resultó determinante para que los dos tripulantes fueran hallados con vida entre los escombros.
Según agregó David Learmount, experto en aviación, la fuerza del impacto se distribuye de manera desigual en un accidente de esta magnitud, con las secciones delanteras y centrales del avión siendo las más vulnerables.
Además, ambos sobrevivientes llevaban puestos sus cinturones de seguridad, lo que, según los informes médicos, pudo haber reducido la gravedad de sus lesiones.
Inspeccionarán los Boeing de ese tipo
Después del accidente, varias especulaciones, especialmente divulgadas en las redes sociales, señalaron al avión, un Boeing 737-800, como responsable directo.
Jeju Air declaró que 39 de sus 41 aviones son Boeing B737-800, lo que convierte a la aerolínea en el mayor operador surcoreano de este modelo.
Corea del Sur indicó el lunes que iniciaría una “inspección exhaustiva” de los 101 aviones Boeing 737-800 operados por las aerolíneas del país.
Boeing fue objeto de críticas después de que el Sistema de Aumento de las Características de Maniobras (MCAS), un sistema de estabilización de vuelo, se viera implicado en una serie de accidentes de sus aviones 737 MAX, en los que murieron cientos de personas.
Tras dos accidentes de aviones 737 MAX -uno de Ethiopian Airlines en 2019 y otro de Lion Air en 2018-, toda la flota del modelo quedó inmovilizada durante más de 20 meses para que las autoridades investigaran.
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