Una extravagante playa sorprende a los turistas de las islas Marietas, al oeste de México, debido a que está ubicada en el interior de un cráter. Se llama, por supuesto, “Playa Escondida”, aunque muchos prefieren decirle a secas “la playa del amor”. Y motivos sobran.
Únicamente se puede llegar a ella a bordo de una lancha y, una vez en el sitio, hay que nadar a través de un túnel para salir del lado de la arena. Se debe tomar en cuenta que para propiciar la conservación del lugar el número máximo de visitantes diarios es de 116. Privacidad asegurada.
La llamativa playa se refugia tras una cúpula rocosa que abarca toda su extensión y que se abre al cielo gracias a un cráter.
Desde que se formó hace unos 100 años, este enclave virgen pasó desapercibido para el hombre durante décadas, ya que era casi imperceptible desde afuera. Actualmente, debido a la avalancha de turistas que recibía al lugar, es un espacio protegido que solo puede visitar un número limitado de personas al día.
¿Cómo se originó el cráter?
Existen distintas versiones sobre el origen de este orificio en la isla. La teoría geológica argumenta que, a lo largo de milenios, tanto el agua como el aire han erosionado la roca y, como consecuencia, dejaron esta singular formación.
Sin embargo, otra hipótesis sostiene que la abertura en la superficie insular fue producto de un bombardeo por parte de un avión de guerra durante los tiempos de actividad militar.
No es sencillo viajar allí
Además del número restringido de turistas, el tour a las islas Marietas debe hacerse con bastante anticipación. A través de Internet se puede contratar el viaje en bote, que dura aproximadamente una hora y que ronda los 2.000 pesos (unos 10.000 argentinos).
Más allá del trayecto desde el puerto de Nuevo Vallarta, el paquete al archipiélago incluye el acompañamiento de un guía, equipo de esnórquel, agua o refrescos, aperitivo, visita a Playa del Amor (por de media hora), y una excursión por islas Marietas que dura aproximadamente cuatro horas y media.