La NASA se sorprendió por un inesperado hallazgo de un grupo de estudiantes de entre 9 y 12 años. Los niños descubrieron que el EpiPen, un medicamento para tratar alergias severas, se vuelve tóxico en el espacio.
Para un experimento escolar, realizaron investigaciones que revelaron este nuevo dato. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) no estaba al tanto de la información.
El EpiPen es una inyección fabricada y comercializado por la farmacéutica Mylan que es habitualmente utilizado en Estados Unidos para el tratamiento de alergias en crisis agudas. La fórmula del producto contiene la hormona epinefrina (más conocida como adrenalina) y se utiliza de autoinyector.
La noticia sorprendió a la NASA luego de que por un experimento realizado por alumnos de la escuela primaria St. Brother André de Estados Unidos llegara a la conclusión de que el medicamento se vuelve tóxico en el espacio exterior.
Los estudiantes preparaban una prueba para enviar unidades de EpiPen al espacio con la intención de analizar el efecto de la radiación cósmica de la epinefrina. Anteriormente, la NASA había seleccionado la iniciativa en el marco del proyecto Cubes In Space que consiste en el lanzamiento de un cubo dentro de un cohete, que contiene muestras.
Una vez que los medicamentos volvieron a la Tierra, los analizaron en la Universidad de Ottawa llegando a conclusiones que hasta entonces eran desconocidas. El 13% epinefrina se había convertido en un derivado del ácido benzoico, que es en extremo venenoso, según informó el sitio IFL Science.
El profesor de química y ciencias, Poul Mayer comentó que las muestras posteriores mostraron signos de que la hormona reaccionó y se descompuso: “De hecho, no se encontró epinefrina en las muestras de solución EpiPen. Este resultado plantea preguntas sobre la eficacia de un EpiPen para aplicaciones en el espacio exterior y los niños ahora están comenzando a abordar estas preguntas”
Los estudiantes presentarán sus conclusiones a la NASA a mediados de este año. Incluso están diseñando una nueva cápsula que permita llevar esa hormona al espacio sin que se descomponga en el trayecto.