La Policía brasileña allanó este miércoles la casa del expresidente Jair Bolsonaro en el marco de una investigación sobre la supuesta falsificación de certificados de vacunación contra el coronavirus.
El exmandatario, de 68 años, negó las acusaciones y aseguró a las autoridades de intentar “fabricar un caso” en su contra.
“No hay adulteración de mi parte. No me vacuné, punto, eso nunca lo negué”, dijo a periodistas frente a su vivienda. “Estoy realmente sorprendido por el allanamiento y las incautaciones”, agregó.
Bolsonaro aseguró que la Policía también incautó su teléfono celular e inspeccionó los registros de vacunación de su familia.
El operativo fue ordenado por el juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, que considera que hay una línea de investigación “plausible, lógica y sólida” que sugiere que el expresidente puede estar implicado personalmente en las supuestas irregularidades.
El caso por certificados de vacunación truchos
Según informó la agencia de noticias AFP, las autoridades brasileñas investigan una “asociación criminal” sospechosa de insertar “datos falsos de vacunación contra el Covid-19 en los sistemas” públicos de salud, informó la Policía Federal (PF) en un comunicado.
De esa forma buscaban “eludir” las restricciones sanitarias impuestas por las autoridades brasileñas y estadounidenses para prevenir la propagación del virus.
La PF señala que el expresidente fue ingresado en los registros como si hubiera tomado dos dosis del inmunizante, en agosto y octubre pasados.
Su esposa e hija de 12 años, asesores y un diputado federal también habrían sido beneficiados de esas presuntas inscripciones fraudulentas, según la PF.
Durante su gobierno, Bolsonaro llegó a bromear con que quienes se inmunizaran podían convertirse en “cocodrilo”.