Uruguay no logra salir aún de la conmoción luego del asesinato de una joven y su hijo en la localidad de Paysandú, que limita con la ciudad entrerriana de Colón. Este lunes fue imputado por homicidio agravado Jorge Daniel Lara Ríos, hermano de la fallecida y tío del pequeño.
Los cuerpos de Giuliana Lara Ríos (27) y Mateo Miños (8) fueron encontrados desmembrados en un descampado en las cercanía del río Uruguay, dentro de bolsas de residuos. Este fue el detalle clave para poder detener al sospechoso. Pues se supo que tras haber cometido el asesinado, fue a un comercio de la zona y le pidió al vendedor que le diera “las bolsas de residuos más grandes que tenga”.
La Justicia, a pedido de la Fiscalía, imputó a Jorge Daniel Lara Ríos por el delito de homicidio muy especialmente agravado por el parentesco y por un delito de homicidio muy especialmente agravado por el concurso. Se dispuso su prisión preventiva por 180 días.
El presunto homicida era hermano de Giuliana por parte de padre y ambos vivían en su casa.
El crimen de Giuliana Lara Ríos y su hijo Mateo: detalles y testimonios
La mujer y su hijo estaban siendo buscados desde el pasado martes. La denuncia había sido realizada por el padre de ella, quien entregó a la policía ropa de ambos para colaborar con la investigación. Los agentes fueron llevados hacia una zona cercana al lago Sacra, en dirección al rio Uruguay, por perros entrenados. Fue allí donde se encontraron los cuerpos, de acuerdo a información del diario uruguayo El País.
Aunque todavía no se saben los motivos del crimen, se sospecha que el hombre mató primero a su hermana en su caso y después llevó al menor en moto hasta el lugar donde se encontraron los cadáveres. Una vez allí lo habría asesinado. Eduar Álvez, jefe de fiscales de Paysandú, aseguró que “todo eso se investigará”. Hasta el momento, el sospechoso es incriminado por cámaras de vigilancia y algunos relatos de los testigos.
Todo indica que los crímenes ocurrieron en la madrugada del martes. En una de las imágenes puede observarse al hombre salir de la casa con su sobrino, y regresar más tarde solo con la mochila del pequeño.
En la noche del crimen el sospechoso le pidió una pala a un vecino, de acuerdo al testimonio de este. Los oficiales de la policía creen que el imputado mutiló los cuerpos de las víctimas para ocultar pruebas.
Además, habría regresado más tarde a su casa y limpiado la zona del homicidio, de acuerdo a las sospechas de la Fiscalía. Más allá de esta limpieza, la Policía Científica encontró sangre en el lugar.
El hombre no tenía en su contra denuncias de violencia doméstica pero si tenía antecedentes de violencia para con una antigua pareja. Además, era conocido por tener problemas de consumo de drogas. Los vecinos de los protagonistas de esta historia contaron que, a fines del año pasado, la mujer se había comprado una moto pero que nunca se la prestó a su hermana, más allá de los constantes pedidos de él.