Rafaela Alves dos Santos, una joven de 24 años, falleció en un accidente laboral el pasado 18 de noviembre tras caerse sobre una cinta transportadora de una máquina cortadora de papas y ser aplastada por la misma. Según fuentes policiales, la mujer sufrió un trauma craneoencefálico que acabó con su vida.
El fatal accidente ocurrió en la fábrica Bem Brasil Alimentos, ubicada en Perdizes, al sureste de Brasil. La madre de la joven mantuvo un diálogo con el medio brasileño Globo y mencionó que su hija se había mudado a Perdizes en mayo de este año junto con su familia, en búsqueda de un mejor futuro.
Rafaela nació en la ciudad de Estância y era licenciada en técnica de enfermería, sin embargo, a raíz de la crisis laboral del momento, no había logrado conseguir un puesto que le permitiera ejercer su profesión.
En Minas Gerais, lugar al cual se mudó Rafaela, la contrató una empresa que trabaja con terceros y prestó servicios en la unidad de Bem Brasil Alimentos, la cual emitió un comunicado interno lamentando la pérdida de la trabajadora, aunque sin dar más explicaciones al respecto.
“Con pesar, Bem Brasil lamenta la muerte de un empleado de una tercera empresa contratada, que presta servicios a Bem Brasil en el municipio de Perdizes/MG. El hecho ocurrió la noche del miércoles (16/11. Siguiendo su política de seguridad en el trabajo, Bem Brasil ya inició el proceso de investigación de la causa junto con los órganos competentes” publicó la empresa, según el medio de Sao Paulo Diário.
Según la Policía Civil de Brasil, la víctima estaba realizando la separación de escombros y papas de la máquina trituradora. Para hacerlo, tuvo que apagar la máquina y luego caminar sobre la cinta transportadora que mueve la comida. Sin embargo, de repente el equipo se encendió y la arrastró a la joven hasta la máquina que tritura la comida.
La madre de la joven, Carla Cristina Dias Alves, dijo que se enteró del accidente a través de los periódicos locales de Minas Gerais y que no recibió ningún tipo de ayuda para poder transportar el cuerpo de su hija hasta su ciudad de origen, sino que fue la comunidad quien la ayudó a pagar los pasajes para poder transportar a la mujer fallecida.
