Esta es una buena época para organizar la casa. Este mes, cargado de promesas y buenos propósitos, se presta a un cambio de imagen, también en la casa. Si te enfrentás al enésimo intento de ordenar tu casa, te avanzamos que puede que este sea EL DEFINITIVO. ¿Por qué? Porque te damos varias opciones para que escojas la que mejor se adapta a tu personalidad y a tu situación actual. ¿Empezamos?
Sos minimalista y odiás el desorden
El método KonMari de Marie Kondo consiste en deshacerse de cualquier cosa que no te haga feliz de forma activa. Su estética tiende a ser súper limpia y aerodinámica, por lo que si sos una persona que busca comenzar de nuevo y dejar ir muchas cosas, esta podría ser tu ruta. Hay un dicho que dice que el desorden es simplemente decisiones retrasadas. Esta estrategia requiere de un autoconocimiento para decidir qué conservar, si cada objeto tendrá un papel en un estilo de vida ideal o si es hora de dejar algo. Menos cosas equivalen a menos trabajo. Este enfoque busca que saqués todo de tu armario y comencés a eliminar las cosas que no necesitás. En este sentido, se parece mucho al método KonMari, ya que se basa más en conseguir la felicidad personalizada que en llegar a una estética específica. Funciona tanto en personas minimalistas como en aquellos perfiles crónicamente desorganizados.
Sos una madre o un padre ocupado y no sos fanático del orden
Si no sos minimalista, pero sí realista, ¡este es tu método! Puede que tengás un hijo, o dos, que trabajés a jornada completa y que, además, tengás un perro. Te gustaría que tu casa se viera estéticamente impecable, pero te conformas con que esté “ordenada”. La clave para seguir este método es contar con algunos cómplices, como las cestas, en las que podés poner cualquier cosa y, además, “queda bien”. Hay quien hace pilas de sus cosas y el resultado es un orden muy personalizado.
Si te sentís identificado con este perfil, te aconsejamos que no ordenés tu armario por colores, sino por conjuntos. Otra opción es poner lo que menos te ponés en la parte trasera y dejar la parte de delante para todas aquellas prendas (vaqueros, jerseis de lana, camisetas interiores) que te ponés en el día a día. Igual no será el armario de tus sueños, pero no tendrás que ir buscando frenéticamente entre pilas de montañas de ropa cada mañana.
Te gusta una estética muy arreglada
Quizás sos de aquellas personas que adoran tener un armario ordenado como los colores del arco iris. Los contenedores transparentes y las etiquetas escritas a mano te pueden ayudar a lograrlo. El truco es no poner la moda por delante de la función.
Uno de los errores más comunes que cometemos cuando nos disponemos a ordenar la casa es comprar toneladas de productos para la organización. Lo interesante es realizar la tarea de agrupar elementos para conocer el tamaño de una categoría, determinar dónde van a vivir los elementos, medir el espacio y luego comprar los productos.
A muchas personas naturalmente organizadas les encanta la satisfacción de abrir un armario o un cajón y ver que todo está perfectamente organizado. Una vez has identificado y solucionado tus problemas, podés enfocarte en hacer que las cosas se vean bien incluso a puerta cerrada. Los amantes de esta técnica no pueden vivir sin insertos de cajones. Son un salvavidas si querés verlo todo a primera vista, nada apilado o empujado a la parte trasera”. Utilizá cajas de diferentes tamaños en los estantes y para crear compartimentos en los cajones.