Decir “valle” nos transporta a aquel terreno donde la majestuosa cordillera adquiere un valor único. En el corazón de Mendoza, rodeado de montañas y marcado por un clima frío, se encuentra el Valle de Uco, un poblado privilegiado por sus tierras y vistas admirable. Pero, transitando un poco más en las entrañas del lugar y a 2000 metros de altura encontramos otro valle, el de La Carrera (Tupungato). En él se encuentra Estancia Atamisque, un barrio ecuestre que rescata las bondades de la naturaleza y las costumbres de la vida de campo.
Esta zona valletana es muy especial, no solo porque es un camino que une Potrerillos con Tupungato, sino porque es considerado una de las gemas del turismo en Mendoza. Las vistas a la montaña y el paisaje en general, hacen de este lugar uno de los predilectos de los mendocinos y extranjeros que quieren disfrutar de nuestra provincia.
En este escenario se levanta una obra hecha a semejanza del lugar. El proyecto, a cargo de los arquitectos Agustín Palmada y Alejandrina Suarez (del estudio Arqas Green), surgió como una gran casa familiar de fin de semana donde tres hermanos y sus respectivas familias pudieran compartir buenos momentos. Algunos miembros de este grupo no residen en la provincia. El gran desafío fue responder a la necesidad de reunirse todos durante el año y, además, poder ocuparla a menudo por los integrantes de la familia que residen en Mendoza. La propuesta fue generar un espacio de encuentro para el disfrute de este maravilloso lugar.
La distribución de los metros cuadrados se realizó de manera muy eficiente. La mayor amplitud estuvo dada en las estancias de reunión (estar, comedor, cocina, etc.). Mientras que, en el sector nocturno, la medida fue menor; ya que se trata de una vivienda pensada para el deleite de los exteriores y de las reuniones familiares.
La propuesta fue clara desde un principio: respetar el entorno, como si esa casa siempre hubiese estado ahí. Se trabajó mucho en la elección adecuada de materiales que respaldaron la morfología del proyecto. Cabe destacar que Estancia Atamisque tiene por reglamento respetar un porcentaje de las fachadas en piedra del lugar.
El partido del proyecto se pensó concatenando el enmarque de las vistas y la orientación norte (que garantiza un buen asoleamiento). También, se tuvo en cuenta una pequeña arboleda existente que se rescató a pedido expreso de los clientes. Por ser un terreno de montaña, presenta fuertes desniveles, sin embargo, se eligió adaptar la casa al mismo y generar los mínimos movimientos de suelo necesarios.
El planteo funcional de la vivienda se desarrolla en dos áreas principales (diurna y nocturna). Esto permite dar independencia de usos y, también, posibilidad de calefaccionar por sectores lo que hace más eficiente el uso de la energía. El hall central de la casa funciona como fuelle.
El elemento presente
El fuego marca el proyecto. Una gran chimenea es el punto de atracción del estar. También, se generaron fogones en el jardín. El espacio de fuego ubicado en la antesala de las habitaciones es uno de los lugares predilectos de la familia. Se distribuyeron salamandras en puntos estratégicos. Es un recurso que no solo fomenta la reunión, sino que también realiza un gran aporte a la calefacción.
El sistema constructivo elegido fue el tradicional, sin embargo, se reforzó la aislación térmica con poliestireno expandido en muros y techos, lo que permite conservar la energía. Esta metodología se utiliza muy a menudo en el estudio de arquitectura especializado en sustentabilidad. La energía es un bien preciado siempre, y más aún en este lugar que no posee redes de gas y llega a muy bajas temperaturas en el invierno. Los arquitectos de este proyecto hacen hincapié en el cuidado de la energía en todos los proyectos que llegan a su estudio.
El compromiso de la familia para el desarrollo de este proyecto fue fundamental para llegar a buen puerto. Sandra y su esposo Alberto estuvieron a cargo de la administración del proyecto. Sandra, además, se encargó del diseño interior y supo resolver con muy buen gusto los distintos rincones de este hogar. Incluso intervino algunos muebles con sus propias manos. Muchos detalles en madera fueron realizados por su hijo Juan Manuel, quien trabaja en la estancia.
La casa ya se vive y disfruta, por ser la primera casa terminada en la estancia, la familia la apodó “La Pionera”.
Materiales regionales, calidez, clientes comprometidos y un paisaje maravilloso fueron los elementos claves para obtener como resultado un proyecto de vivienda adaptada al lugar, eficiente y que no dudamos será testigo de muy buenos encuentros.
El atractivo del lugar
Estancia Atamisque es una urbanización en la que el paisaje se funde con el vino y los caballos, dando lugar a un increíble espacio para quienes quieren alejarse de la ciudad y estar en contacto con la naturaleza.
Un espacio con un paisaje imponente: el volcán Tupungato, el Cerro Plata y un extenso campo verde y fértil.
Ficha Técnica
Proyecto y seguimiento D.T.: Arq. Agustín Palmada- Arq. Alejandrina Suarez. Estudio Arqas Green.
Cálculo de estructura: Ing. Ricardo Cuervo-Ing. María Giménez
D.T Estructura: Ing. Roberto Agüero
Construcción: Por Administración
Ubicación: Estancia Atamisque-La Carrera-Tupungato
Superficie terreno: 5000 m2
Superficie construida: 300 m2
Whatsapp: 2616747600
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