“Las ideas creativas con las que estoy experimentando actualmente las he denominado minimalismo cálido, modernismo orgánico, brutalismo suave, morfosis escultórica, innovación auténtica, sensualismo lento y la noción de ser un taller de momentos y recuerdos”. Así describe la interiorista Alicia Holgar sus últimos proyectos creativos y lo demuestra en la práctica en Avian Apartment, uno de los más recientes, que le ha llevado a ganar el premio Best of State Residential Design Queensland en los Australian Interior Design Awards 2020. Se trata de un piso ubicado dentro de un edificio icónico del arquitecto Harry Seidler, en Birsbane (Australia).
Uno de los principales desafíos espaciales, comenta Alicia, fue interpretar la planta completamente abierta. Para ello, construyeron una llamativa pared curvada y en voladizo dentro del salón, para unificar espacios y dividirlos funcionalmente. En esta pared se trabajó especialmente la integración del televisor y de la librería, mediante un marco que también funciona como una obra de arte.
A lo largo de todas las habitaciones, se ve cómo la paleta de colores basada en lo tonos más azules, y la hábil combinación de piezas hechas a medida junto con iconos del diseño, muestran una coreografía sofisticada y cálida. Alicia cuenta cómo defiende por igual la ética y la estética, haciendo hincapié en apoyar a los artesanos locales y utilizar productos naturales de calidad.
Muchas de las piezas clave fueron diseñadas a medida por ella misma, destacando la mesa escultórica de piedra caliza hecha a mano por Den Holm vigoriza el espacio de entrada y fue inspirada por el escultor Norman Carlberg; y unos pasos llegamos al salón donde destaca la icónica silla Wiggle de Frank Gehry.
Una estampada que materializa la crucial mezcla de muebles nuevos, antiguos y de diseño personalizado, tapizados y obras de arte.
Otra de las peculiaridades de este proyecto es el uso del mural artístico. “Una obra de arte habría tenido que ser de un tamaño considerable y probablemente habría costado mucho dinero”, nos comenta la interiorista.
Mientras buscaba otras respuestas creativas, siguió documentándose sobre el edificio y su arquitecto, Harry Seidler. Y ahí obtuvo su respuesta: tanto Seidler como Corbusier, en quien tanto se inspira, habían pintado muchos murales coloridos y geométricos.
Así que invitó a la artista de Los Ángeles, Jessalyn Brooks, que durante una semana se convirtió en artista residente en el piso.
“No hubo un diseño preconcebido para el mural. Como verdadera artista, Jessalyn esperó para ver y sentir el espacio y creó una obra de arte original que surgió desde su perspectiva única en ese momento”, nos descubre la interiorista.
El resultado fueron dos murales originales y cautivadores, llamados The Avians que hacen referencia a la vida como un pájaro sobre las nubes; uno dentro del comedor y otro en el vestíbulo de entrada.