La pequeña Isla de Ormuz está ubicada en el golfo Pérsico, pertenece a Irán y tiene la singularidad de que, por la alta concentración de óxido de hierro en su suelo, la arena y su marea muchas veces se tiñe de rojo. Playas de ensueño, acantilados, la isla arcoíris, como muchos le llaman por sus colores surrealistas, se ha convertido en la preferida para hacer ecoturismo.
Respetando las características de Ormuz e inspirándose en ellas, el grupo Zav Architects fue contratado para crear un complejo de alojamientos y espacios culturales, cúpulas que reinterpretan desde la arquitectura los colores naturales de la isla.
“Nuestra preocupación por la geografía de Ormuz proviene de la importancia del desarrollo sostenible del geoturismo en la isla, y esta preocupación se combina con factores sociales y medioambientales para su lento pero constante crecimiento económico y cultural, preservando al mismo tiempo su frágil ecosistema y estructura social. Aquí, la arquitectura como mediadora trata de hacer converger los beneficios de los diversos grupos implicados, incluso el beneficio del país en su conjunto, tomando medidas productivas dentro de los límites de la arquitectura, la construcción y la implementación con el fin de aumentar el PBI” cuentan los arquitectos.
Los códigos de construcción en Irán son más importantes en las zonas urbanas, y en las zonas rurales son más abiertos. En este proyecto se intentó superar las normativas y requisitos existentes.
Los profesionales revisaron las directrices internacionales de desarrollo turístico sostenible, como las del CDB sobre Biodiversidad y Desarrollo Turístico, las de la UICN sobre Turismo Sostenible y la Carta de Turismo Sostenible, con el objetivo de adaptar el diseño a procesos respetuosos con el medio ambiente. Además, se recicló la técnica de construcción con sacos de arena de Nader Khalili, el superadobe, en una pequeña isla en la que los materiales disponibles localmente se limitan a la arena y la tierra.
¿En qué se inspiraron para crearlo?
La principal inspiración de este proyecto es la tierra y la geografía de la pequeña isla de Ormuz, popularmente conocida como la isla arcoíris, por los colores que la componen. “Creamos una estructura que es la acumulación de puntos de hinchamiento de la tierra, ya que las cúpulas surgen de la tierra y están hechas de arena y tierra incluso en sus cimientos. Los tamaños, las formas de las crestas y el colorido de las cúpulas varían para crear un horizonte que se armonice con el de la isla, cuyas líneas topográficas y colores se han estudiado a fondo en la fase de diseño”.