En esta ocasión, solo hay que combinar el pollo con un marinado de ajo, jengibre y cúrcuma y una cocción más lenta de lo común, sin complicarnos con salmueras, confitados o bolsas de vacío.
Ingredientes
Para 2 personas
- Pechuga de pollo 2
- Diente de ajo 4
- Jengibre fresco (1 cucharada rallado sin piel)1
- Zumo de limón 25 ml
- Aceite de oliva virgen extra (y más para cocinar)25 ml
- Cilantro fresco o perejil
- Menta fresca (opcional)
- Cúrcuma molida 1 cucharadita
- Cilantro molido (o comino) 1/2 cucharadita
- Pimentón picante 1/4 cucharadita
- Sal
Cómo hacer pollo marinado con ajo y jengibre
Dificultad: Fácil
- Tiempo total: 35 m
- Elaboración: 5 m
- Cocción: 30 m
- Reposo: 2 h
- Rallar finos los dientes de ajo pelados (usar 3 si son muy grandes) y el jengibre. Lavar, secar y picar las hierbas frescas, para obtener 1/2 cucharada de hojas muy picadas de cada una.
- Mezclar estos ingredientes con el zumo de limón, el aceite de oliva, la cúrcuma, el cilantro molido, el pimentón y una buena pizca de sal.
- Secar las pechugas con papel de cocina y embadurnar bien con esta pasta. Tapar o introducir en una bolsa de cierre hermético y refrigerar, al menos dos horas. Sacar un poco antes de cocinar para que se atempere.
- Calentar a fuego fuerte una buena sartén antiadherente. Cuando haya alcanzado buena temperatura, añadir 1 cucharadita de aceite y extender por toda la superficie. Bajar el fuego a potencia media y añadir las pechugas, dejando que se cocinen sin tocarlas 1-2 minutos.
- Girar las piezas y dorar otro par de minutos por la otra cara. Tapar, bajar el fuego al mínimo y mantener la cocción sin destapar durante 10 minutos. Aún sin destapar, apartar del fuego y dejar tapado 10-15 minutos, según el grosor de las piezas.
- Comprobar que está cocido por dentro cortando la pieza más gruesa o con un termómetro digital; no debe haber marcas rosas, marcando una temperatura de unos 74ºC. Servir fileteadas con la salsa de la sartén y más hierbas picadas.
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