Por Victoria Navicelli. Contactala aquí.
Sueños vivos a orillas del Támesis
Sin dudas, la vida no tiene límites. En un abrir y cerrar de ojos puede llevarnos de un lugar a otro y enseñarnos lecciones imborrables pero también conectarnos con personas, experiencias y desafíos. A orillas del Río Támesis el sueño de dos mendocinos crece a paso firme. El “vaivén” de la vida hizo que Londres sea el punto de encuentro donde conocerse e idear un proyecto que va más allá de lo arquitectónico. OF. STUDIO es la firma que Valentina Cerrone y Sebastián Andía llevan adelante en la tierra del Big Ben, pero que se expande a diferentes partes del mundo.
Ambos se titularon en la Universidad de Mendoza. Con diploma en mano, y por caminos diferentes, se animaron a probar suerte en otras tierras. Lo académico fue el motor de aquellos viajes que los llevó a empaparse de nuevas culturas, tradiciones y, sobre todo, nuevas formas de hacer y sentir la arquitectura. En la actualidad, la ciudad de las cabinas rojas se ha convertido en su hogar y en el lugar donde potenciar su profesión y carisma, pero también, donde plasmar su argentinidad. ¿Los conocemos?
De Mendoza a Londres, ¿cómo fue ese recorrido?
V.C. Nos fuimos del país bastante jóvenes. Hicimos diferentes recorridos y todos de manera internacional. Pero, más allá de todo, el final de este recorrido fue similar y tuvimos un punto en común que provocó el encuentro. Descubrimos nuestras similidutes y también las diferencias y, a partir de eso, armamos OF. STUDIO que, de alguna manera, triangula lo que hemos venido trabajando todos estos años.
S.A. Con Valentina nos conocimos en Londres. Cada uno tiene su historia personal. La vida nos trajo aquí. Londres ha sido el punto de encuentro. Somos similares y a la vez muy diferentes en cuanto a la manera de hacer arquitectura. Londres nunca fue una meta final, uno va a haciendo y la vida te va llevando. Nos conocimos acá donde estamos armando los cimientos de OF. STUDIO que es un punto en común de nuestros proyectos.
¿Pero algo los llevó a Londres?
S.A. ¡Sí! Ahora que lo pensamos bien, fue lo académico. Ambos llegamos a Londres para hacer un máster. Lo académico fue el punto de encuentro.
¿Qué es OF. STUDIO?
S.A. Es un espacio donde explayarnos creativa y conceptualmente. Se llama OF. STUDIO porque estamos convencidos que nuestro trabajo abarca tanto el arte, como la arquitectura y el diseño. No queremos encasillarnos en una sola cosa, sino ampliar las posibilidades y tomar varias cosas. Por eso es un estudio, un lugar en el que pensar nuevas ideas. Tenemos proyectos activos, por ejemplo en Dubai, en Grecia; pero también en Chacras de Coria. En el caso de los proyectos que estamos desarrollando en Mendoza tienen en cuenta la sustentabilidad desde el comienzo. Todas las ideas las pensamos en relación al contexto.
¿Imaginaron este camino de chicos o en su época de estudiantes?
V.C. Todo se fue construyendo a medida que fuimos creciendo a nivel profesional.
S. A. Muchas cosas eran sueños y algo inalcanzables. Nunca imaginé lo que estamos haciendo ahora, pero, a la vez, siempre formó parte de un deseo. Al principio lo ves como algo ajeno y luego, estás adentro.
¿Sintieron miedo en el camino desde el momento que decidieron irse del país?
V.C. Miedo no, pero sí adrenalina. Antes de tomar una decisión, todo es desconocido. Y a medida que avanzamos vamos tomando fuerza.
S.A. Ninguno de los dos tuvo miedo al momento de irse, pero sí adicción a esa adrenalina de hacer algo nuevo, la curiosidad. Si algo nos caracteriza es que somos muy curiosos.
V.C. La curiosidad y la adrenalina son los elementos que nos han llevado a tomar decisiones.
¿Qué caracteriza a sus obras?
S.A. Cada proyecto que encaramos queremos que sea una aventura, un desafío. Que tenga su propia personalidad y carácter y que brinde respuestas a su contexto, a su tecnología y naturaleza. Ofrecer algo distinto. Cada proyecto que hemos llevado adelante es diferente.
V.C. Y, sobre todo, que estén comprometidos con su lugar. No caer en la internacionalización en todo sentido, sino sacar provecho de los equipos multidisciplinarios y nosotros volcar el diseño en los procesos creativos. Poder aportar eso, pero sin olvidarnos del compromiso con el contexto, con la cultura, con las características naturales. Pretendemos que cada proyecto que llevamos adelante genere buenas experiencias en las personas.
La pandemia por covid ha generado muchas incertidumbres. ¿Creen que va a cambiar la forma de construir?
S.A. Sí. Quizás no sean cambios inmediatos. La arquitectura es un proceso que lleva tiempo. Hoy en día, son las facultades los lugares donde pensar los estilos de vida y cómo se vinculan con la arquitectura. Y, no solo en la idea, sino también en cómo la tecnología está entrando en nuestras vidas. Además, hay que tener en cuenta que también se van a presentar cambios económicos, en cuanto al mercado.
V.C. Es algo que no puede saberse a largo plazo. Lo cierto es que primero se adaptan las personas y luego el arquitecto analiza las condiciones que debe tener un espacio para ser amable, como ha pasado a través de la historia.
¿Qué desafíos tiene la arquitectura actual frente a esta situación mundial?
S.A. Este es el momento indicado para aceptar el momento que te toca vivir. Tenemos que ser contemporáneos de nuestro tiempo y responder a las necesidades actuales con responsabilidad social. Aquel que en la actualidad estudia arquitectura es quien debe buscar las respuestas a esta pregunta, porque está en el momento ideal para acceder a esa información y encontrar la mejor opción. Nos resulta súper interesante la conexión entre lo académico y las prácticas, porque es un link que une la posibilidad de estar pensando y a la vez ejecutando. Este es un tiempo muy importante para los estudiantes.
V.C. Es el momento indicado por tomar la responsabilidad social que tiene un arquitecto para cambiar los tiempos. En el estudio trabajamos para mantener ese espacio en el que replantearnos ideas y dialogar.
¿Qué cambios presenta la pandemia en el campo de la arquitectura?
S.A. Hoy en día estamos desbordados por la tecnología y hacinados en nuestros espacios. Tenemos que reinventarnos todo el tiempo y todo tiene que estar relacionado con las comunidades en las que vivimos. Entonces, es el momento para que los estudiantes y nuevos profesionales se planteen nuevas ideas. Y, sobre todo, ideas que entiendan que el mundo es uno: pensar en la ecología, lo sustentable y sostenible. El mundo entendió que no todo es plata y la generación joven comprende ese mensaje que dice que tenemos que pensar en ideas más sostenibles. No solo a nivel de la arquitectura, sino también de las instituciones.
V.C. Cualquier movimiento en la gran cadena impacta en lo más mínimo. Es importante tomar conciencia y generar cambios desde dentro de la arquitectura en donde los conceptos e ideas evolucionen. El arquitecto tiene la responsabilidad de generar entornos sostenibles y, sobre todo, amables con el contexto y, a la vez, tener la capacidad de desarrollar a cualquier escala.
Un referente en el campo de la arquitectura
S.A. ¡Uf! Qué difícil. Tengo una lista muy larga, porque cada uno tiene su importancia y me ha enseñado a mirar la arquitectura. Si tengo que mencionar a dos muy grandes, puedo decir Le Corbusier y Rem Koolhaas, pero como referentes intelectuales. Es muy difícil elegir uno, porque cada uno es un momento en el tiempo.
V.C. En el proceso de la carrera te vas alucinando con diferentes arquitectos en sus diferentes momentos. Luego, con el tiempo, te das cuenta que no hay uno solo, sino que intentás triangular a tu lista de favoritos aquellos que se asimilan a tu forma de ver la arquitectura. Puedo nombrar a Zaha Hadid y a Tadao Ando. El arquitecto no es un artista aislado, es una respuesta social y de un momento en el tiempo.
La obra más linda que recuerden haber visto
S.A. Con las obras de Zaha tengo un factor sorpresa, igual que con las obras de Frank Owen Gehry.
La obra más linda en la que hayan participado
V.C. ¡Muchas! Una de mis preferidas es la que trabajamos en Dubai. Si bien, está en etapa de proyectos, fue muy enriquecedora. Otra que disfruté mucho es una obra en China, ¡fue genial! En un lapso de poco tiempo tenés un edificio enorme que se construyó cumpliendo con todas las etapas de manera increíble.
Una obra en Argentina que consideren bien hecha
S.A. El Banco de Londres, de Clorindo Testa. Ubicado en el centro de Buenos Aires. Y la Casa del Puente, en Mar del Plata.
Y en Mendoza
S.A. (Risas) No sé si pueda decirlo, pero valoro las obras hechas por mi familia.
Un hobby
V.C. Estamos estimulados por disciplinas vinculadas con lo artísticos: dibujar, pintar. La fotografía, en lo personal, y, cuando se puede viajar ¡es lo máximo! El fotoreportaje me gusta mucho.
S.A. La mayoría están relacionadas con lo que hago. En mi caso es generar imágenes abstractas utilizando técnicas digitales. Y también la música, viajar y el fútbol.
¿Qué extrañan?
V.C. ¡Todo! Los afectos, sobre todo, y el estilo de vida que tiene Mendoza. También el contexto natural.
S.A. La familia, la gente, las amistas y cómo se generan los vínculos humanos. ¡La montaña! El paisaje de Mendoza te brinda la sensación de tener la naturaleza en la cara, si no la ves, es porque no querés.
¿Hay alguna costumbre argentina que hayan implementado en Londres?
V.C. ¡Sí! Hemos implementado muchas. Es una forma de traer la argentinidad a esta casa. ¡El dulce de leche!, que lo conseguimos a través de internet.
S.A. El mate, el asado, empanadas y tortitas.
¿Querés leer la edición interactiva digital de la Revista ClubHouse? Hacé clic aquí.
