Por Prof. Claudio Doratto. Contactalo aquí
Puede que tengas mucha experiencia en jardinería o, que recién estés empezando a acercarte a este gratificante mundo de las plantas.
Decir “gratificante” es por el tiempo que trabajás con ellas y te desconectás de los problemas o, por el solo hecho de disfrutar de ver cómo aquella semilla que colocaste en una maceta germina, se convierte en una planta, y te regala sus flores.
Pero no siempre es fácil, algunas se ponen feas o mueren. Que eso no te desanime.
En esta nueva serie iremos aprendiendo desde los primeros pasos, a cómo trabajar con ellas y algunos tips que he aprendido a lo largo de los años.
¿Me acompañas en este recorrido?
Plantación
La preparación del terreno es fundamental para que las plantas que incorporemos al jardín prosperen de forma adecuada.
¿Qué cosas debemos tener en cuenta?
La fertilidad y la capacidad de retención del agua del suelo es fundamental para las plantas.
Por un lado, muchas de las crasas y cactus están adaptadas a suelos con buen drenaje y pobres en materia orgánica, pero cuando las cultivamos podemos mejorar el sustrato dentro de ciertos límites para que crezcan más lindas.
Por otro lado, las herbáceas y florales agradecen suelos con más contenido de materia orgánica y humedad.
El drenaje es importante tanto en las macetas, como ya conoces, como en el jardín.
Si te encontrás con una capa de arcilla que no deja infiltrar el agua en profundidad o, por el contrario, un material grueso y arenoso hace que el agua pase de largo.
Deberás hacer correcciones del suelo en la zona de plantación.
Esas correcciones son para adaptar el suelo, de ser necesario, a las plantas que queremos incorporar. Por ejemplo, las plantas crasas y cactus necesitarán de más drenaje que un helecho (para hablar de casos extremos).
Si el suelo es arenoso, retendrá poco el agua y, posiblemente, será pobre de nutrientes. Aquí las enmiendas orgánicas como el humus de lombriz y la turba ayudarán.
Si es arcilloso los poros que contendrán el agua y el aire son muy pequeños. Las raíces de las plantas pueden sufrir por ello. El aporte de materia orgánica ayudará a mejorar la estructura y evitar compactaciones al igual que el agregado de arena.
Una combinación de arena, limo y arcilla es conocido como suelo franco y es el ideal para la mayoría de las plantas de jardín. Mejor si tienen un poco más de arena (franco arenoso).
El tamaño del hoyo de plantación
Aquí hay ensayos que determinan cuánto de grande debería ser.
Te lo simplifico de la siguiente forma: 50 % más profundo que la altura del cepellón o maceta y un 50% más ancho, como valores mínimos.
Pero dependerá de la planta de la que se trate. El tamaño para una herbácea puede respetar esa regla, pero en un arbusto duplicaremos el tamaño y en un árbol podremos triplicarlo.
Pero esta proporción variará según la calidad del suelo de nuestro jardín. Si es de calidad y suelto no tendremos que cavar tanto.
Mientras más compacto o pobre sea el suelo, ahora sí, mayor será el hoyo.
El espacio se completará con un sustrato genérico para las plantas de jardín o uno específico cuando vamos a incorporar plantas como las azaleas o rododendros que prefieren uno ácido.
Y, por ejemplo, en bulbos como el tulipán, será del doble del tamaño de éste.
Una práctica que empleo en mis jardines en verano es la de colocar agua en el fondo del hoyo para que cuando coloque la planta y complete con el sustrato, éste se sature evitando que las raíces se deshidraten.
Ya veremos más adelante las características de plantación en suelo para los distintos tipos de plantas.
Distancia de plantación
Lo primero a conocer es el tamaño adulto de la planta y el objetivo de esta. Que no te gane la ansiedad y coloques muchas juntas que luego debas ralear.
Si estás plantando un cerco verde de cipreses las plantas estarán más cerca que si deseás colocarlos como ejemplar aislado en tu jardín.
Los árboles podrán estar a unos 5 metros entre sí, aunque si se trata de ejemplares muy grandes o pequeños los alejaremos o acercaremos.
Los arbustos podrán estar más cerca, unos 3 metros entre sí, aunque si constituirán un cerco verde pondremos algunas especies a distancias cercanas al medio metro.
¿Y en el caso de las macetas?
Deberás tener en cuenta el sustrato que colocarás. En el mercado hay mezclas específicas para los diferentes tipos de plantas como también los hay genéricos que podrás adaptar con el agregado de humus de lombriz, turba rubia u otro material si necesitas mejorar el drenaje.
Eso sí, asegurate que el tamaño de la nueva maceta sea de al menos el doble de la que tenía la planta para que pueda vivir allí por mucho tiempo.
Siempre es aconsejable asesorarte en el vivero donde realicés tus compras para conocer el tamaño final de la planta elegida, así como los requerimientos de humedad y tipo de suelo para que las coloques juntas con otras que necesiten lo mismo.
En la siguiente nota avanzaremos un poco más con este tema para que cada incorporación en tu jardín sea exitosa.
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