Por Prof. Claudio Doratto. Contactalo aquí.
“Mirá Claudio que le pongo hierro en el suelo y el jazmín del cabo sigue con las hojas amarillas…”. Así comenzó el diálogo con María, cuando visité su jardín.
¿Te ha pasado?
Muchas son las razones por las que una planta pueda tener sus hojas con tonalidades amarillas. La presencia de plagas o enfermedades, una deficiencia nutricional por estar en un suelo de poca fertilidad o, como en este caso, problemas en el suelo que no dejan disponible el hierro que la planta necesita.
Un concepto que seguramente viste mientras estudiabas es el responsable, se llama pH (potencial hidrógeno) y nos dice qué tan ácido o básico (alcalino) es el suelo.
La escala va desde el cero al catorce, desde extremadamente ácido a tremendamente alcalino pasando por el siete que es el neutro.
Te cuento esto porque cada elemento que la planta absorbe por sus raíces tiene un rango de pH óptimo para ser tomado del suelo, y en el ejemplo del hierro es en valores cercanos al 6 por lo que si nuestro sustrato tiene valores próximos o superiores al 8 nunca podrá el jazmín apropiarse de él y sus hojas estarán amarillas; se afectará la planta en líneas generales.
¿Cómo saber cuán ácido o básico es el sustrato?
Hay diferentes maneras, pero la más simple es con un aparato. Hay muchos modelos en el mercado. Se clavan en el suelo húmedo y te dan la lectura.
También podés hacer pruebas con elementos que están en tu casa que te dan una idea aproximada.
O con las tiras reactivas de papel que se usan en acuarismo siguiendo los siguientes pasos.
- Tomar una muestra de tierra, previamente secada (por ejemplo, a unos 40ºC durante varias horas o en el horno de casa cuando lo apagas luego de usarlo).
- Tamizar la muestra con un tamiz de 2 mm, si no lo tenés usá un colador grande.
- Tomar una muestra y pesar 20 g de tierra.
- Añadir la muestra a un vaso de precipitados o frasco de mermelada limpio con 50 ml de agua destilada.
- Agitar la mezcla durante 2 minutos.
- Dejar reposar la mezcla durante 15 minutos para que la tierra se asiente.
- Para medir el pH se utiliza el líquido sobrenadante, es decir, en el líquido que queda más arriba. Para ello, se pueden usar tiras con las que se evalúa el agua de las peceras.
¿Qué hacer con esta información?
- Corrección suelo
Si la superficie es pequeña o se trata de macetas, podemos hacer correcciones con el agregado de materiales y hacer que un suelo ácido tenga valores más cercanos al neutro, o un pH alcalino baje.
Pero recordá que ningún cambio que realicés será permanente y tendrás que hacer un pequeño aporte posiblemente cada 3 o 5 años.
Para suelo ácido tendrás que aplicar, por ejemplo: cal agrícola, cal hidratada o dolomita. Si bien dependerá del tipo de suelo y otros factores una dosis posible es de 1,5 kg por cada metro cuadrado de terreno para modificar un punto de pH en los primeros 15 cm.
La enmienda caliza se aplica sobre el terreno y luego se mezcla con los primeros 15 cm de suelo que debe de estar húmedo, en caso contrario, no se producirá la reacción necesaria para neutralizar la acidez. Es un proceso que llevará su tiempo dependiendo de la acidez con la que partimos porque se recomienda no subir más de medio punto de pH por año.
No se deberá fertilizar por al menos unos 45 días desde el encalado.
Para un suelo alcalino trabajaremos con el agregado de materia orgánica (estiércol, agujas de pino, turba rubia) y podemos hacer que baje más rápido con el agregado de sulfato de hierro.
Recuerdo un caso puntual en donde tuvimos que hacer esa corrección. Colocamos el césped que el propietario deseaba (grama bahiana) en un terreno alcalino. Para que tenga un color verde parejo todo el año se debe incorporar el sulfato de hierro de forma periódica.
Como alternativa se puede aplicar 1 kg de azufre en polvo por metro cuadrado en lugar del sulfato de hierro, pero los resultados no son inmediatos.
- Elección de especies vegetales
Aquí viene la mejor parte para mí. No soy amante de corregir el suelo porque afectamos también la vida microbiana en este, y con ello otras tantas cosas.
En la naturaleza las plantas se han adaptado a crecer en una gran variedad de condiciones y las del tema de hoy es una de ellas. Tenemos por lo tanto unas que clasificamos como acidófilas y otras como basófilas.
Entonces, si el suelo es ácido como el que encontramos debajo de un pino recurriremos a las primeras como: el jazmín del cabo, las hortensias, las azaleas y rododendros, las camelias, los brezos y el arce japonés.
Entre las plantas amantes de “suelos dulces” o básicos (basófilas) podemos elegir alelíes, clavelinas, lilas, clemátides, allium, alisos, crocosmias, boj o buxus, la catalpa y algunas acacias si necesitamos plantas de mayor porte.
Ahora ya tenés información muy importante para elegir adecuadamente tus nuevas plantas o para ayudar a crecer a las que ya están, y florecer de manera espectacular.
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