El secreto mejor guardado de las flores

Más que una expresión de belleza; una relación con el mundo animal marcada por la colaboración, la seducción y el engaño.

El secreto mejor guardado de las flores

Por Prof. Claudio Doratto. Contactalo aquí.

Es probable que si te pido dibujar una flor terminarás haciendo algo parecido a una margarita. Pero ¿sabías que una margarita no es una sola flor? En efecto, son muchas flores con dos formatos distintos. Las del perímetro, que llamamos comúnmente pétalos; y las del centro, que forman la almohadilla amarilla. Cuando tenemos muchas flores juntas hablamos de inflorescencia y en el caso de la margarita, el girasol y otras, tenemos una que se llama “capítulo”. Entonces, cuando tomés una margarita para saber si un amor es correspondido, no arrancarás pétalos propiamente dicho, sino que estarás sacando flores.

Tal vez ahora te preguntés qué tiene de interesante. Para quienes somos curiosos, hay mucho para ver. Jugando un poco con las palabras el “capítulo” de hoy, o artículo, se tratará de las flores y su evolución. Veremos algo más que la expresión de belleza vegetal que se gana un lugar en nuestros jardines.

¿Me acompañás en el descubrimiento?

El reino animal y el vegetal están íntimamente ligados. Han evolucionado de forma conjunta por diversos senderos que siempre apuntan a la supervivencia de la especie. Eso llevó a las plantas a producir frutos apetecibles y flores con características increíbles como las que veremos. Algunas ofrecerán recompensas como néctar o el polen para ser fecundadas. Otras solo serán un vil engaño. Sin esa coevolución, el mundo no sería como es.

Te ofrezco néctar y tú me polinizas

Los frutales son el ejemplo más cercano. Quién no ha visto las abejas en las flores yendo de aquí para allá recolectando el polen y ese líquido azucarado que conocemos como néctar.

Tan importante es la polinización que sin ella no hay frutos. EL viento es el que se encarga en algunos casos de este proceso, pero en la mayoría los insectos son los responsables.

Y tan importante es que en los cultivos como el zapallo, o los frutales, que los apicultores brindan el servicio de polinización que asegurará mayor producción de frutos.

Pero las abejas no son las únicas que participan.

Mariposas, abejorros, colibríes y algunos murciélagos tienen tareas similares. Todas a cambio de ese líquido azucarado.

Pero en el mundo vegetal cada especie tiene su polinizador preferido y lo elige por sobre los demás con la orientación de sus flores y órganos sexuales, el color, los aromas que emiten, la forma e incluso el momento del día en el que abre sus flores.

Una flor con forma de tubo y color brillante llamará la atención de un colibrí.

Y hay mariposas que parecen colibríes que se alimentan e incluso vuelan de forma similar.

Una flor pequeña como la de la borraja será más atractiva para una abeja.

Hay investigaciones que demuestran mediante la simulación de las flores presentes en la naturaleza, con representaciones en papel, que hay algunas que podemos denominar pro-abejas que tienen pequeñas cantidades de néctar concentrado y las pro-aves generan mayor cantidad, pero diluido. Además, si una flor tiene una disposición vertical u horizontal también es un factor que determinará qué insecto será atraído con mayor eficacia.

Todo este camino evolutivo tiene por objetivo asegurar que un abejorro, una mariposa u otro polinizador visiten un tipo de flor, una especie vegetal y de esa forma que el polen que llega cruzando el aire usándolo como transporte sea el correcto.

Las plantas polinizadas por abejorros suelen ser más grandes y con flores perfumadas.

Perfumes irresistibles

Pero no todo el perfume es agradable a nuestro olfato. Hay plantas como las Stapelias que producen olores que recuerdan a la carne podrida y cuyo objetivo es atraer a moscas o polillas que se encargarán de fecundar la flor.

En este caso tan particular, las moscas se acercarán creyendo que son los restos de un animalito en descomposición y colocarán sus huevos para que su descendencia se alimente al llegar al mundo. En ese proceso de oviposición fecundarán las flores y cuando los huevos eclosionen las larvas no sobrevivirán.

Formas engañosas

Otras plantas tienen flores que se asemejan a otras flores que eligen los insectos en busca de recompensa. Copian su aspecto. Esto se llama “polinización por engaño”. Los pequeños las visitan, polinizan y se van sin su alimento. Pero en el reino vegetal encontramos más sorpresas.

Por ejemplo, la orquídea Ophys apifera atraen a machos de una especie de insectos para ser fecundadas mediante un engaño muy particular llamado pseudocópula.

Esta orquídea tiene flores que se parecen a las hembras de sus polinizadores y producen una fragancia similar a las feromonas liberadas para atraer al macho. Cuando éstos llegan, el esperado acto amoroso termina siendo transformado en una simple polinización.

Hay más relaciones estrechas entre las plantas y el mundo animal. Mientras que unas veces ofrecen néctares, aceites u otras sustancias a cambio de un servicio de fecundación o de protección, otras engañan a insectos y pequeños animales para poder obtener de ellos los nutrientes que el suelo no les ofrece.

Y ahora, ¿qué me decís? ¿Seguís viendo a las plantas como seres inocentes e indefensos? En la próxima entrega te cuento sobre las mal llamadas “plantas carnívoras”. Hasta entonces.

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