Hay épocas en las que los nervios, el estrés y las preocupaciones son algo habitual y es lógico que aumenten las dificultades para conciliar el sueño. Aunque lo más importante es atajar el problema que nos impide pegar el ojo, hay pequeños gestos, rituales y detalles que pueden ayudar un poco a mejorar la calidad del sueño. Seguí estos consejos para lograr un dormitorio sano que te ayude a tener un descanso saludable.
1- Una obviedad necesaria: a oscuras. Hay que cuidar mucho este aspecto. Ventana bien cerrada, persiana bajada, puertas cerradas... Preparar nuestro cuarto para el sueño es fundamental para triunfar. Quitar el modo stand by de los aparatos eléctricos evitará que veas ese puntito rojo encendido toda la noche y unas cortinas tupidas ayudan mucho a regular la luz. En el mercado podrás encontrar soluciones para todo tipo de ventanas, incluso emparejadas con el móvil para poder controlarlas a distancia.
2- Ni un solo ruido. Si la luz es importante para dormir, el silencio también es básico. No hay nada más molesto que intentar dormir y no poder porque estás escuchando el ruido del tráfico o conversaciones de la terraza del bar de debajo de casa o de tus vecinos. Para absorber el sonido y tener unas mejores condiciones acústicas, los textiles son grandes aliados. Las alfombras mullidas evitarán que escuchés lo que ocurre en el piso inferior y los cabeceros tapizados y las paredes enteladas, aislarán tu dormitorio con el mejor estilo.
3- Olvídate de los dispositivos electrónicos. Algo difícil estos días. Pero no te vayás a la cama con el móvil o encender un rato la tele antes de dormir. Ese mensaje de buenas noches lo podés enviar un poco antes y, en serio, ¿las noticias otra vez?¿Otro episodio (más) de la serie? Está más que demostrado que las ondas electromagnéticas y la luz de las pantallas alteran los ritmos circadianos y la segregación de melatonina, la hormona que regula los ciclos de sueño y vigilia.
4- Un poco de aire puro. Ventilá muy bien tu cuarto durante el día. Hay que dejar que corra el aire. También podés purificarlo poniendo alguna planta en el dormitorio, en contra de la creencia popular ayudarán a oxigenar el ambiente.
5- La temperatura justa. Tené cuidado con los cambios bruscos de temperatura. El confort térmico afecta muchísimo al sueño y a la calidad del mismo. Los expertos afirman que lo saludable es entre los 17 y 22 grados. Además de aislar bien tu dormitorio, podés instalar un sistema de climatización con un termostato que mantenga una temperatura agradable que te ayude a dormir.
6- Una decoración que invite al descanso. Primordial que el cuarto esté ordenado, el caos altera el espíritu. Un dormitorio lleno de armonía te invita a la calma y al relax. Buscá colores tenues para decorar tu cuarto, calmados, sobrios... Y evitá los excesos decorativos. Menos es más y te sentirás más zen para conciliar el sueño.