Poder contrarrestar esta situación y disfrutar de una piel tersa, llena de vida y sana también en invierno es sin duda una de las consultas que más suelen hacer las personas preocupadas por la salud de su cutis. Por ello, y ahora que se acerca el invierno, es interesante conocer qué consejos nos pueden ayudar para cuidarla y protegerla durante los próximos meses.
Consejos para cuidar y proteger tu piel en invierno
Cambios bruscos de temperatura, frío extremo, lluvia persistente, etc. Con las bajas temperaturas y las inclemencias meteorológicas nuestra piel tiende a sufrir más sequedad de lo habitual y a lucir más apagada y sin vida. Por suerte, contamos con una gran variedad de consejos muy útiles para prevenir esta situación nada deseable.
- Lo principal y más recomendable es hidratar tu dermis a diario. Por suerte, en la actualidad contamos con una gran variedad de cremas y productos cosméticos para piel seca que actuarán como una capa protectora cuidando la dermis.
- Durante el invierno, mantené la calefacción controlada en todo momento. Evitá en la medida de lo posible los cambios bruscos de temperatura, protegiéndote con ropa abrigada cuando sea necesario y controlando que la calefacción no esté muy alta. La calefacción excesiva suele ser un importante factor de nuestra sequedad.
- Utilizá productos de higiene y cosméticos acordes a tu tipo de piel y que no dañen la salud de esta. Algunas cremas no indicadas pueden provocar irritación, lo mismo ocurre con el uso de algunos desodorantes o jabones corporales siendo nocivos para la salud de esta.
- Por último, procurá cuidar la salud de la piel también debajo del agua evitando hacer uso demasiado tiempo del agua caliente. Esta puede resecar nuestra dermis y eliminar los aceites corporales que se encargan de protegerla y cuidarla.
¿Cómo reconocer una piel seca y cuáles son sus efectos?
Una piel seca es fácilmente reconocible a simple vista pues suele reunir una serie de características que la distinguen claramente de la piel sana o de otro tipo de piel. Prestar atención cada vez que esta experimenta esta sequedad y actuar en consecuencia puede ayudarnos a revertir esta situación y a evitar que nuestra dermis lo sufra en exceso.
En cuanto a la piel seca se refiere, esta se caracteriza principalmente por presentar una cierta aspereza y una tirantez muy particular que provocan que está presente un color mucho más apagado e incluso, en algunos casos, lleguen a surgir pequeñas heridas y rojeces que resultan muy molestas. Además, producto de esta misma sequedad, también podremos apreciar cierta descamación de la piel y una picazón generalizado en toda la dermis que nos indican claramente que necesita ser hidratada de manera urgente.
Para terminar, otro de los efectos que suelen experimentar las pieles secas y apagadas es la aparición de líneas o grietas profundas, que en ocasiones llegan incluso a sangrar, y que de no tratarlas pueden derivar en una infección o molestias muy graves. Llegados a este punto, recomendamos acudir en todo momento a un especialista o dermatólogo que nos ayude y aconseje según nuestro caso.