La aparición de humedades suele ser una mala señal, y lo que es peor: a primera vista es difícil conocer la magnitud de su afectación. Lo ideal es intervenir sobre ellas con la mayor rapidez posible, no solo porque la intromisión de agua en el interior del edificio perjudica negativamente al rendimiento energético de la vivienda y al bienestar de sus habitantes, sino también porque puede desencadenar otros problemas mucho más graves.
El mejor sistema para solucionar un problema de humedades es descubrir cuál es su origen. La siguiente guía está pensada para explicar de manera muy resumida cómo identificar y abordar los distintos tipos de humedades más frecuentes, aunque evidentemente la solución más adecuada pasa por solicitar los servicios de un profesional cualificado.
Humedades por condensación
· Causas: Las humedades por condensación son las más habituales en el interior de una vivienda, y afortunadamente también las que mejor solución tienen. Se producen cuando el vapor de agua del ambiente entra en contacto con una superficie fría, convirtiéndose en pequeñas gotas de agua. Si no existe una correcta ventilación de dicha superficie, la humedad acaba por deteriorarla, llegando incluso a formar moho y hongos.
· Aspecto: La condensación se suele producir en las partes más frías del interior de la vivienda, que acostumbran a coincidir con los puentes térmicos; o sea: en las esquinas, cristales y lindes con las carpinterías. También suelen aparecer en zonas con elevada producción de vapor como baños y cocinas. Son muy fáciles de identificar porque suelen ir acompañadas de manchas de moho, y a menudo incluso pueden verse las gotas de agua producidas por la condensación.
· Reparación: Si la humedad es consecuencia únicamente de la falta de ventilación, bastará con limpiar y sanear la zona afectada, por ejemplo con vinagre. Si en cambio el origen es un problema constructivo, habrá que revestir el interior (o el exterior, según el caso) del paramento con una capa impermeable, interponiendo si es posible una barrera de vapor.
· Prevención: La clave para evitar este tipo de humedades es la ventilación diaria de las estancias, que permite la evaporación de las condensaciones. En el caso de no poder ventilar al exterior, habría que instalar un extractor o disponer de un deshumidificador, aunque esto último es mucho menos efectivo. Otra medida recomendable es controlar la producción de vapor en el interior, por ejemplo, evitando secar la ropa dentro de casa, vigilar con el excesivo uso de la calefacción o controlando las aglomeraciones de gente, que también producen vapor al respirar.
Humedades por filtración
· Causas: Las humedades por filtración se producen cuando el agua penetra a través de los muros o la cubierta del edificio, ya sea por una mala ejecución en obra de la impermeabilización o de las canalizaciones de desagüe, o por la aparición de grietas o fisuras en la envolvente a causa de su deterioro. Es habitual que aparezcan en paredes que están en contacto con el terreno como sótanos o plantas bajas. Es un tipo de humedad muy peligrosa porque puede llegar a calar los muros antes de presentar síntomas y puede llegar a dañar las instalaciones y la estructura del edificio.
· Aspecto: Si la causa es el agua de la lluvia, podrá observarse en el paramento exterior del muro una mancha de humedad, que a medida que progrese irá acompañada del desprendimiento del revestimiento. Si por el contrario el origen está en el contacto con el terreno, cuando el agua haya llegado a penetrar al interior, además de las manchas de humedad empezarán a aparecer eflorescencias: restos blancos de las sales contenidas en el agua, que se depositan una vez ésta se evapora.
· Reparación: Solucionar este tipo de humedades pasa necesariamente por descubrir el punto de la filtración del agua a través de catas y sellarlo adecuadamente. En el caso de que la filtración se esté produciendo a través del terreno, se puede construir una zanja de drenaje en el exterior del muro, después de haberlo impermeabilizado. Si nos limitamos a tapar las humedades o a impermeabilizar únicamente la pared afectada, evidentemente no estamos solucionando el problema, que con toda probabilidad se agravará.
· Prevención: La única forma posible de prevenir las filtraciones es mediante la correcta construcción de la envolvente del edificio.
Humedades por capiralidad
· Causas: De forma similar a las producidas por filtración, las humedades por capilaridad tienen su origen en el agua externa al edificio, pero en este caso no penetran a través de una fisura, sino que ascienden por los capilares de las paredes por un fenómeno de tensión superficial, de forma muy similar a como absorbe agua una esponja. Suelen ser mucho más habituales en bajos, subterráneos o en zonas anejas a ríos o jardines.
· Aspecto: Son muy parecidas a las humedades por filtración, sólo que su crecimiento en distinto: crecen desde abajo hacia arriba y suelen ocupar franjas enteras en las partes inferiores de los muros. También vienen acompañadas de eflorescencias, que pueden no ser sólo blancas a causa de los sulfatos y cloruros contenidos en el subsuelo. Es el tipo de humedad de crecimiento más lento.
· Reparación: Este tipo de humedades son, con diferencia, las más complejas y costosas de solucionar. Como habitualmente se dan a consecuencia de un contacto mal impermeabilizado del edificio con el terreno, intervenir en su origen no siempre es posible. En caso de no poder solucionarse mediante una excavación, existen algunas alternativas, aunque ninguna de ellas es barata. Existe la deshumidificación electro-física, que impide el remonte capilar mediante la instalación de unas centralitas electrónicas que invierten la polaridad de las moléculas del agua; también puede inyectarse por tramos en el muro una solución de resinas hidrófugas; y por último, cabe la posibilidad de revocar el muro afectado con varias capas de mortero transpirable compuesto a base de conglomerantes hidráulicos, inhibidores de eflorescencia salina y áridos seleccionados.
· Prevención: De nuevo, la única forma de prevenir la aparición de estas humedades es realizando una correcta impermeabilización de la envolvente del edificio en contacto con el terreno, además de un drenaje eficiente de las tierras adyacentes.
Humedades por accidente
· Causas: El último tipo de humedades tiene una causa muy sencilla: la rotura o mal estado de una tubería de suministro de agua o un desagüe, ya sea por sobretensión o por la acción mecánica de algún elemento del edificio sobre el conducto, como por ejemplo el flechado de un forjado.
· Aspecto: Las manchas de humedad causadas por accidente suelen estar muy localizadas y bien delimitadas, y tienen un crecimiento muy rápido desde que se produce la avería. Si la rotura se ha producido en el techo, lo más probable es que aparezcan goteras. Para comprobar si se trata de humedades de este tipo, se puede averiguar si la mancha empeora cuando pasa agua por una tubería en concreto.
· Reparación: La reparación de este tipo de humedades es sencilla, y consiste en identificar y reparar la instalación dañada. En cuanto desaparezca la fuga de agua, la humedad irá desapareciendo paulatinamente y en poco tiempo la superficie afectada podrá ser revocada y pintada de nuevo.
· Prevención: Para evitar la rotura de una cañería, conviene dimensionar correctamente tanto las instalaciones como los espacios de paso de las mismas, además de asegurarse de que se lleva a cabo un mantenimiento adecuado. Otros sistemas como una máquina descalcificadora también mejoran la eficiencia y la vida útil de las instalaciones de suministro agua.