Para mantener un jardín o huerto sano, hay que eliminar algunas pequeñas plagas o maleza que lo único que consiguen es dañar a las plantas sanas: hoy traemos cinco sencillos trucos caseros para que puedas eliminar las malas hierbas tan pronto como sea posible.
Vinagre
Lo ideal es rociarlo en las hojas de las malas hierbas y separarlas de las demás plantas. Luego, habrá que esperar a que las hojas se deshagan o se hagan muy pequeñas y así arrancar la mayor parte de las raíces.
Si la maleza está muy crecida, es posible que no funcione. Es más efectivo en plantas jóvenes.
Agua hirviendo
Si tenés un jardín, seguro vas a encontrar algunas grietas en la tierra, y si tenés una maceta amplia también vas a encontrar algunas ranuras en la tierra. Es probable que las malas hierbas aprovechen estos huecos para crecer.
Si ya ha ocurrido, poné a hervir un litro de agua y, cuidadosamente, volcá un poco en los surcos. Desafortunadamente, no mata las malas hierbas de raíz, así que tenés que repetir la operación una vez al día hasta.
Harina de maíz
Este remedio es ideal para emplearlo después de retirar las malas hierbas. Retirá todas las plantas muertas o malas hierbas y añadí un poco de harina de maíz para “sellar” la tierra.
Así, nada crecerá bajo estas zonas y, además, eliminará los residuos que queden, aunque no garantiza del todo que no vuelvan a crecer en el futuro.
Jugo de limón
El limón es un herbicida natural y, además, posee varias propiedades gracias a la acidez de la fruta. Para crear un remedio casero, tenés que exprimir los limones hasta llenar medio vaso de jugo y agregar un poco de vinagre.
Mezcla muy bien y volcar en un recipiente con pulverizador. Aplicá un poco en las malas hierbas y esperá a que haga efecto, los expertos aseguran que puede funcionar en tan solo dos días.
Sal
La sal es un herbicida simple y funcional que ayuda a controlar la maleza. Además, si no hay hierbas malas, sirve como prevención. No obstante, tenés que remover la sal constantemente, puesto que evita también el crecimiento de las plantas nuevas.
Lo ideal es echarla mezclada con agua caliente y rociar a la maleza mientras cubres las sanas.