La World Rugby abrió una investigación después de las informaciones salidas en prensa según las cuales miembros del staff técnico de Inglaterra se aproximaron a los árbitros del partido ante Australia durante el descanso, algo que está prohibido.
Según los medios británicos, dos entrenadores ingleses se encontraron con los árbitros en el momento en que los equipos abandonaban el césped para el entretiempo. El entrenador jefe, Stuart Lancaster, no era uno de ellos.
"El protocolo de la World Rugby prohíbe el contacto entre los técnicos y los árbitros durante el encuentro o el entretiempo", precisó en un comunicado la instancia.
Los responsables de Inglaterra, en plena crisis tras la eliminación del equipo en la fase de grupos de 'su' Mundial, no hicieron comentarios.