Australia derrotó este sábado en Twickenham a Gales por 15 a 6 en la última jornada del grupo A, en un duelo entre dos equipos que ya estaban clasificados para cuartos de final y donde estaba en juego el liderato para evitar enfrentarse en la siguiente ronda a Sudáfrica.
Los Wallabies lograron el objetivo y se medirán en cuartos a Escocia el domingo 18, mientras que los Dragones Rojos finalizaron segundos de la llave y tendrá que jugar contra los sudafricanos, el sábado 17.
Los australianos llevan por ahora un camino inmaculado en este Mundial, donde anteriormente se habían impuesto a Fiyi (28-13), Uruguay (65-3) y la anfitriona Inglaterra (33-13), que tras ese partido del pasado fin de semana quedó fuera de 'su' Copa del Mundo.
Los galeses habían ganado hasta ahora sus tres partidos, pero no pudieron encadenar un cuarto consecutivo.
No hubo tries en este partido y el triunfo australiano se gestó a bases de penales: todos sus puntos subieron al marcador por esa vía, gracias a Bernard Foley (25, 31, 37, 51, 73).
Los de los galeses también fueron con penales, con dos de Dan Biggar (5, 34).
Gales dio una buena imagen y presentó una gran resistencia, pero finalmente terminó sucumbiendo ante la superioridad australiana, el equipo que precisamente le dejó sin el tercer puesto hace cuatro años en el Mundial-2011, donde el equipo de Oceanía les superó por un corto 21-18 en la final de consolación, en el Eden Park de Auckland.