Argentina aprovechó su oportunidad frente al rival menos complicado del Grupo D y mantiene sus esperanzas de clasificación. El 32-20 ante Arabia Saudita fue trabajoso, sólo con diferencias nítidas en el último tercio del juego. Los Gladiadores lograron su primera victoria en este Mundial de Balonmano, tras un empate frente a Dinamarca y una derrota contra Polonia. El jueves se medirán frente a Alemania, otra de las grandes potencias del handball.
A la Selección le costó imponer diferencias en el desarrollo del partido, quizá porque en defensa no se mostró tan firme en varios pasajes. Por momentos, especialmente en el primer tiempo, al equipo le faltaba desmarcarse más para que los espacios aparecieran. Era cuestión de tiempo y sólo de ajustar el trabajo entre línea. Cuando lo consiguió, las individualidades desequilibraron hasta estirar la diferencia y dejarla con connotaciones de goleada.
Una vez más, el foco rival se puso en cómo cerrarle los caminos a Diego Simonet, inclusive con choques directos al cuerpo para intentar desgastarlo en el roce físico. El "Chino" tiene claro que está en el centro de la escena sea quien fuere el contrincante, pero a esta altura no va a modificar su juego. Encarador, talentoso y tenaz, volvió a marcar diferencia en los momentos en los cuales el equipo más lo necesitaba. Inclusive, recibió un codazo en el parcial inicial que lo dejó sangrante. Terminó descansando cuando promediaba el complemento, con la idea de que esté lo más cercano a la plenitud contra los germanos.
Ya en el día previo se había analizado entre el cuerpo técnico y los jugadores cuál era el método más eficaz para encarar el juego ante los árabes y se convino en que lo mejor era sacar una diferencia de entrada para luego ir manejando el trámite del encuentro con el resultado a favor. Esto, además, iba a permitir ensayar más con las rotaciones, debido al poco tiempo de recuperación para encarar la parte final de la primera ronda. Cuando el juego ya estaba resuelto, Gallardo aprovechó para dejar en cancha una formación con el "Negro" García, Pablo Simonet, Vidal, los hermanos Portela, Cangiani, Crevatín y Juan Pablo Fernández.
Argentina ha consolidado la tendencia a salir con ataques largos y parece sentirse cómoda en esa manera de organizar el juego. Esto, también, se complementa con el modo de sacar provecho del uno contra uno o también en quien cumpla alternativamente la función de asistidor. Por eso, otra de las características de Los Gladiadores es la de ser paciente con el cuidado del balón hasta encontrar el momento del lanzamiento.
Con tres partidos disputados, la reserva de energías se cuida hasta el extremo. Tanto Alemania como Rusia serán adversarios de primer nivel, que opondrán una combinación de fortaleza física, altura, juego extremadamente táctico y una defensa cerrada como armas de oposición.
Ahora, a recuperar fuerzas y mantener el mismo camino. Otra vez vendrán potencias como Alemania y Rusia, pero Los Gladiadores ya demostraron que les están jugando de igual a igual. "El sueño está intacto" había dicho Diego Simonet ayer: tiene razón.
La síntesis
Argentina: Schulz, Pizarro (7), Querin, Pablo Portela (1), Carou, Sebastián Simonet (7) y Federico Fernánez (5) (fi); luego ingresaron Diego Simonet (2), Vieyra, Juan Pablo Fernández (1), Adrián Portela, Cangiani (3), Vidal, Pablo Simonet (5), Fernando García y Crevatín (1). DT: Gallardo.
Arabia Saudita: Alnassfan, Alabbas (4), Aljanabi (4), Alobaidi (2), Alabas, Alsalem Mojtaba (2), Alzaer(1) (fi); luego ingresaron Alhulaili, Alhammad, Aljohani, Hazazi (2), Alabdulali (2), Alsalem Mohammad (1), Alhannabi (2) y Alsaffar. DT: Goran.
Árbitros: Kirchen/Makhlouf (Túnez).
Estadio: Duhail Handball Sports Hall, Doha.
Mejor jugador (MVP): Sebastián Simonet.
