Francia ratificó su enormes cualidades como equipo y ganó el Mundial de Balonmano tras vencer 25-22 a Catar, en el Lusail de Doha.
Les Bleus fueron superiores a sus rivales en los nueve juegos, todos ganados. Para muchos especialistas, se trata de una de las mejores selecciones de todos los tiempos.
Con figuras en un alto nivel como el arquero Thierry Omeyer y el central Nikola Karabatic, los galos combinaron la riqueza individual de sus figuras con oficio, presencia ganadora y mentalidad fuerte. Su juego de elaboración y los lanzamientos externos, sumado a la eficacia de sus extremos, marcaron la diferencia ante un durísimo rival.
Catar, un equipo formado por su entrenador español, Valero Rivera, con ocho jugadores foráneos, planteó un partido de roce físico, con una defensa rocosa que buscó quebrar el juego interno adversario. Dentro de un equipo compacto, sobresalieron el arquero bosnio Daniel Saric y el cubano Capote. El resto acompañó y así se conformó una formación combativa y con mucha potencia aérea.
Polonia levantó a tiempo y derrotó a España en la final por el tercer puesto
El seleccionado polaco venció 29-28 a su par español y se quedó con el bronce en Catar 2015.
A sólo 1' del cierre, Polonia levantó una desventaja de dos goles, igualó y ganó en el suplementario.
Los hispanos venían de salir terceros en 2011 y campeones en 2013, por lo que hoy iban por su tercera presea consecutiva.
En La Roja, los puntos más firmes fueron Cañellas y Maqueda, con un Pérez de Vargas en el arco que volvió a rendir satisfactoriamente.
Los polacos compartieron el Grupo de la Muerte con Argentina, a la que vencieron en el minuto final. Hicieron un gran mundial y dejaron en cuartos a Croacia, en un triunfo histórico. Con el potente Syprzak y los Jurecki, se presentaron como una selección complicada para cualquiera.
En 2016, Polonia será la sede del campeonato europeo de selecciones.
Ampliaremos.