Unos 20 mil hinchas de Newell's Old Boys coparon esta noche el estadio Marcelo Bielsa en el tradicional "Banderazo", como muestra de apoyo al equipo para el clásico del domingo ante Rosario Central.
Este ritual ya lleva dos décadas realizándose, en el que simpatizantes y socios "leprosos" le muestran su respaldo a los futbolistas para el encuentro que se desarrollará el domingo en el Gigante de Arroyito, en el marco de la séptima fecha del campeonato de Primera División.
El plantel conducido por Diego Osella ingresó minutos antes de las 20 por el túnel del vestuario local y fue recibido con una gran ovación por los presentes.
Ante semejante muestra de afecto, los jugadores recorrieron el campo de juego, se sacaron fotos y cantaron juntos a los hinchas.
No faltaron las banderas, bengalas, fuegos artificiales y el tradicional cántico: "El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar".
El momento cúlmine se dio cuando se apagaron las luces del estadio y desde afuera se tiraron fuegos artificiales de varios colores, para darle un cierre festivo al acto.
Por razones de seguridad, se montó un operativo con 150 efectivos policiales y fueron requisadas todas las personas que asistieron a la cancha, además de aplicarse el derecho de admisión para 86 integrantes de la barra brava de Newell's.
Estas medidas de prevención están relacionadas con los graves hechos de violencia ocurridos por la feroz interna que vive la barra "leprosa", que tuvo como saldo nefasto el asesinato de dos personas en junio pasado, y la balacera en tres oportunidades de la fachada del edificio donde vive el secretario del club Claudio Martínez, quien se encuentra de licencia.
